Uno de los padres del ciclismo liberiano fallece en accidente y deja un gran legado

El exciclista y entrenador Guido Blanco será recordado como uno de los mayores impulsores del deporte de los pedales en la Ciudad Blanca

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Hasta el último de sus días, el exciclista y entrenador Guido Blanco disfrutó del deporte que amaba. La noche del miércoles falleció al ser atropellado por un vehículo en el centro de Liberia, su ciudad natal.

Blanco venía en su motocicleta despues de entrenar al equipo del Comité Cantonal de Deportes local, cuando en el semáforo del barrio Capulín, de la Ciudad Blanca, sucedió la tragedia: al parecer un vehículo se brincó la luz roja y dejó a los liberianos sin el estandarte del ciclismo de la comunidad.

“Si usted pregunta por Guido Blanco en Liberia, nunca le van a decir cosas malas de él, pues se ganó el corazón de todos”, confesó Mónica Montero, una de sus pupilas, quien ganó, bajo su tutela, ocho campeonatos nacionales en diferentes categorías.

Mónica recuerda que empezó en el ciclismo de la mano de Blanco, en el 2013, compitió a nivel nacional, ganó medallas de oro, plata y bronce en los Juegos Nacionales y asistió a tres panamericanos de ciclismo juveniles de ruta y mountain bike gracias a sus enseñanzas y consejos.

“Él siempre fue más que un entrenador para nosotros. Siempre se preocupó por nuestras vidas, por nuestro entorno, más allá de lo deportivo. Era la persona que movía el ciclismo de Liberia. Su accidente pasó después de entrenar a los más chiquitillos del Comité Cantonal”, añadió Montero.

La joven ciclista recordó que él muchas veces entrenaba junto al equipo del Comité Cantonal. Se montaba en su bicicleta y compartía la rutina del entrenamiento, incluso en las diferentes competencias nacionales participó en la modalidad de máster hasta el 2014.

“Guido de verdad que me enseñó a creer en mí todo, todo, lo que logré en el ciclismo se lo debo a él y a sus consejos”, manifestó Montero.

Paradójicamente el entrenador Guido Blanco estuvo en una de las situaciones más dramáticas para la joven ciclista de 19 años y estudiante de derecho, cuando el 12 de mayo del 2017 ella quedó incrustada contra el parabrisas trasero de un vehículo, en la Vuelta a Guanacaste, y milagrosamente no tuvo ninguna herida o fractura de gravedad que pusiera en riesgos su vida.

“Guido estuvo en el peor momento de mi carrera deportiva hasta ahora. En el accidente en Nicoya siempre estuvo conmigo. Me animó y ayudó a recuperarme”, relató Montero.

Blanco, quien tenía 59 años, corrió siete vueltas a Costa Rica, debutando en 1976 y aunque nunca ganó una etapa se caracterizó por ser un ciclista combativo y aguerrido, participando hasta 1982 cuando abandonó el pelotón, sin retirarse en ninguno de los giros a la tica. Desde entonces fundó su propio ciclo en Liberia y más tarde empezó a entrenar al equipo cantonal, según relató del libro 21 Vueltas a Costa Rica de Parmenio Medina (qdDg).

Guido, quien tuvo como compañeros a grandes corredores de su época como Carlos Alvarado (qdDg), José Garabito Badilla, Albin Brenes, Efrén Castillo y Rafael Ángel Abarca, entre otros, fue uno de los primeros pedalistas en correr con anteojos por prescripción médica.