La Selección Femenina no ganó el oro en Barranquilla, pero ¿quién dice que perdió?

La ‘Tricolor’ cayó 3-1 frente a México en la final de los Juegos de Barranquilla 208 tras un descontrol defensivo en la segunda parte y se quedó con la presea de plata

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La ilusión estaba viva, un torneo casi perfecto puso a la Selección Nacional de fútbol femenino en la final de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018 y la medalla de oro parecía un sueño al alcance de la mano.

El conjunto dirigido por Amelia Valverde había forjado su propia historia, superando incluso el bronce de las justas de Veracruz (México) en el 2014. Pero el despertar fue drástico, el 1-3 en la final nos dejó con un sabor agridulce, aunque con la ilusión de saber que es un equipo que puede crecer y que promete un futuro halagüeño.

La entrenadora Amelia Valverde, eso sí, no estaba contenta, y lamentó el descontrol de tres minutos.

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“Quiero felicitar a las muchachas. En lo personal estoy tranquila, pero no satisfecha, creo que el partido estaba para algo más. En cinco minutos tuvimos desconcentraciones que nos costaron el juego.

”Hicimos una primera parte perfecta y en el segundo tiempo tuvimos unos descuidos, esto es así. Ya revisaremos qué fue lo que pasó, pero me siento muy orgullosa del grupo. Nos descuidamos, el empate fue un golpe duro y no supimos reaccionar”, confesó Valverde.

Pero, ¿quién dice que la Sele Femenina perdió?

Las derrotas siempre traen aprendizajes y esta en especial no puede ser la excepción, pues contó con dos jugadores de 16 años (María Paula Salas y María Porras) que jugaron y anotaron, ocho legionarias y un grupo que va creciendo ante las ausencias de Carolina Venegas, Dinia Díaz Raquel Rodríguez y Shirley Cruz, quienes no estuvieron en las justas.

Este conjunto patrio, más que perder la medalla de oro, dejó constancia de que el fútbol femenino va por buen camino y por tanto requiere el apoyo de la afición, de los sectores deportivos del país.

Más allá de esta presea se debe tener en cuenta que ellas necesitan condiciones para mejorar, y tener un campeonato de mucho mejor nivel .

Incluso, este partido dio para soñar, cuando en el primer cuarto de hora la Tricolor se fue arriba en el marcador, mediante Katherine Alvarado, quien cobró con acierto una pena máxima al minuto 15, luego de que Cristín Granados habilitó en el área a la defensora Gabriela Guillén y esta fue derribada por la portera Aurora Santiago.

Todo parecía estar encaminado a una nueva página gloriosa del fútbol nacional, hasta que llegó el complemento y vino el desconcierto en la zaga.

Charlyn Corral al 59’, Kenti Robles al 61’ y Katlyn Johnson al 62’, con sus goles, nos hicieron despertar. Prácticamente fue un vendaval verde lo que acabó con el anhelo de las nacionales de darle la primera presea dorada a la delegación tica. Charlyn Corral al 59′ marcó un golazo fuera del área bañando a la portera Noelia Bermúdez, quien nada pudo hacer ante el globito de la azteca.

Inmediatamente en un tiro de esquina Kenti Robles desvió el balón al arco de las nacionales y en forma sorpresiva puso arriba a las mexicanas 2-1 al 61′. Pero la sorpresa no acabaría allí, cuando al 62′ Katlyn Johnson, en una dudosa posición, anotó el 3-1 para acabar con el suplicio que vivieron las ticas, quienes no lograron sobreponerse de la ofensiva azteca.

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La Femenina va por el camino correcto, pero este grupo aún requiere más fogueos, mejor preparación y una liga con mejor estructura, como de la que hoy precisamente gozan las mexicanas apoyadas por los equipos de la Liga MX, con el fin de darle crecimiento y fortalecerlo a futuro.

El despertar fue drástico, el 1-3 en la final nos dejó con un sinsabor agridulce, pero con la ilusión que es un equipo que puede crecer y que este cambio generacional tiene un futuro promisorio.