Andrey Amador está muy cerca de finalizar, por segundo año consecutivo, entre los mejores diez hombres del Giro de Italia.
En la edición pasada, cuando no tuvo que trabajar para un líder, terminó en el cuarto puesto de la tabla acumulada y, en esta ocasión, pese a que ha tenido que ayudarle a Alejandro Valverde, el tico es sétimo, sin dejar de lado que durante un día portó la maglia rosa de líder.
El Giro terminará este domingo en Turín, con un paseo entre comillas para el campeón, pero la sentencia será hoy en la alta montaña, que es la que siempre causa estragos y pone a prueba las piernas de los fuertes.
Y lo que pasó el viernes fue un buen parámetro para pensar en que Amador tiene la mesa servida para culminar en el cuadro de honor de esta ronda italiana.
El tico sufrió en la decimonovena etapa del Giro, pero salió bien librado del Agnello, que esta vez se convirtió en la Cima Coppi, como se le llama a la elevación más alta que se escala en cada edición de la prueba.
Después de ese premio de montaña de fuera de categoría, la meta estaba en Risoul, de primera, y pese a ser un día rompepiernas, el tico aguantó y llegó a la meta en el puesto 15, a 4:30 del ganador del día, Vincenzo Nibali (Astana), quien arribó a la meta con un tiempo de 4:19:54.
Pero no todo fue bueno para Amador, quien subió un puesto en la general y ahora es sétimo, pues su compañero Alejandro Valverde cedió terreno.
El murciano salió de la zona de podio y es cuarto. Sin embargo, nada está escrito, porque las diferencias se redujeron.
Movistar Team luchará por ese cajón del podio, algo que también es posible porque Steven Kruijswijk está muy golpeado.