El Rey de Chirripó impuso su ley por décima ocasión y sigue imbatible en la montaña

Juan Ramón Fallas derrotó por segundo año consecutivo al guatemalteco Domingo Sacul. Mientras en mujeres, la indígena Noyle Salazar se dejó nuevamente la victoria

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No importa la cantidad de minutos que el rival le saque en el durísimo ascenso entre San Gerardo de Rivas y Base Crestones. Son 17 kilómetros de puro esfuerzo, coraje y sufrimiento, donde Juan Ramón Fallas por momentos flaquea, pero su determinación es tal que nadie puede derrotarlo por la forma desaforada en que desciende.

Por décima ocasión el denominado Rey del Chirripó conquistó la tradicional carrera de campo traviesa, de 34 kilómetros, que este año cumplió 35 ediciones entre San Gerardo de Rivas y Base Crestones. Venció a su más enconado rival, el guatemalteco Domingo Sacul, quien es el único que ha sido capaz de derrotarlo en 2019, pero por solo 17 segundos de diferencia.

En los dos últimos enfrentamientos el chapín le sacó tiempo en el ascenso, hasta cuatro minutos como en esta última ocasión, pero Fallas al conocer su territorio y dominarlo como nadie baja en forma vertiginosa para ganar, arriesgando su propia integridad en aquellos trillos de lajas, polvo y raíces, donde un mal paso no solo le puede costar la carrera, sino hasta su vida.

Sacul, quien el 3 de diciembre ganó la Clásica Sol y Arena y un día después la Media Maratón San José (21 km), sin duda es uno de los rivales más calificados en el atletismo centroamericano, pero Juan Ramón sencillamente en su territorio impone respeto.

El atleta de Olán, quien perdía por cuatro minutos la competencia al arribar a Base Crestones, ganó la carrera con un tiempo de 3 horas 10 minutos y 08 segundos, (3:10:08), mientras Sacul fue segundo con 3:14:33; la tercera casilla fue para Steven Hernández con 3:22:47.

“En el descenso dije, aquí la aplico. Siempre me voy con todo, no freno, y ahí los paso. No es fácil, porque había que recortar bastante tiempo, pero yo sé que puedo sacar la diferencia y ganar la carrera”, explicó Fallas, quien ingresó de rodillas a la meta en agradecimiento a Dios.

En damas la vencedora por segundo año consecutivo fue la indígena cabécar Noyle Salazar con 4:29:37, seguida por la también indígena Andrea Salazar con 4:40: 33 y la tercera casilla correspondió a Viviana Piedra con 4:41:53.

“Fue una competencia muy dura, mucho calor. En los primeros kilómetros me vine con Viviana (Piedra) y en Los Arrepentidos la dejé atrás. Por dicha ganamos, pero fue difícil por el ascenso y peligrosa en el descenso, por lo que me siento muy contenta”, dijo Salazar a madre de tres niñas.