El perfecto final para la leyenda de Peyton Manning se puede labrar hoy

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El 31 de enero de 1999 John Elway jugó su último partido. Fue el Super Bowl XXXIII, un mágico juego que los Broncos ganaron con su mariscal como MVP.

Allí se acabó de consagrar la leyenda de uno de los mejores quarterbacks de la historia. Las dudas que algún día rodearon a Elway, perdedor en sus primeras tres finales, acabaron con un partido de 336 y un touchdown que sirvieron para que consiguiera su segundo anillo.

Desde aquel día, hace 15 años, Denver no jugado un Super Bowl...

Peyton Manning no ha decidido si hoy será el último juego de su ilustre carrera pero es más probable que lo sea si se alza con su segundo campeonato (ya había conquistado uno con los Colts).

El mariscal de campo viene de la mejor temporada regular que haya tenido alguien en su posición. Impuso cifras récord a los 37 años de edad y tras dos operaciones en el cuello que hicieron a muchos dudar de su capacidad para mantenerse entre la élite de la liga. Una temporada de leyenda.

¿Depende todo de Manning? No. Un hecho poco visto, tanto que parece secreto, es que los Broncos tienen una poderosa arma en Knowshon Moreno, quien aportó 1.038 yardas desde la posición de corredor a la mejor ofensiva que haya visto el planeta.

Moreno apenas reportó 219 yardas menos que Marshawn Lynch, la principal arma ofensiva con la que cuentan los Seahawks.

Es más, Moreno tuvo 60 intentos de acarreo menos que Lynch en la campaña, por lo que en realidad su promedio fue mejor: 4,3 yardas por corrida contra 4,2.

Ahí se descubre lo que podría ser un factor clave para Denver hoy. Si, como se espera, el gran juego se disputa en condiciones de lluvia o nieve, Moreno podría conducir la ofensiva en lugar de depender del hasta ahora efectivo ataque aéreo.

Claro, parece impensable un panorama en el que los Broncos levanten el trofeo Vince Lombardi y no sea Manning el galardonado como MVP del Super Bowl y la temporada en general.

Esa sería una forma impresionante de decir adiós para Peyton, quitando argumentos a quienes piensan que él no es desde hace mucho el mejor mariscal en la historia del fútbol americano.