El golazo de Luis Suárez pone a soñar a la Celeste

3 Uruguay pasó a los cuartos de final ante una Corea del Sur sin el punch suficiente para tumbar a la garra

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Empecemos por lo mejor: el segundo gol de Luis Suárez es de enmarcar por la calidad de remate, por cómo rescata a Uruguay y porque le da un pase histórico a la Celeste, una sensación olvidada en la feligresía charrúa.

Los uruguayos pasaron a la ronda de cuartos de final en un partido bravo ante un equipo de Corea del Sur que bien los pudo dejar tumbados y viendo p’al ciprés.

A los asiáticos les faltó punch y a los uruguayos les sobró su tradicional garra: si la Celeste no echa mano de ella, se van de este Copa. Así de sencillo.

Lo bueno es que los suramericanos resolvieron el dilema surcoreano con esa garra y sin recurrir a la violencia, como les suele suceder con harta frecuencia.

Además, resolvieron el asunto con futbol aunque hubo varios tramos en los cuales fueron superados por sus contrincantes.

Uruguay pasó..., pero Corea del Sur no anduvo lejos de conseguir su tiquete.

Y de verdad lo buscaron: con cinco minutos de juego le pegaron tamaño susto a todos los charrúas con un tiro libre de Park Chu-young que sacudió el palo derecho de Fernando Muslera.

Suele suceder: el que no hace los goles, está condenado a ver cómo se los hacen.

Diego Forlán –un talento individual en función colectiva– centró un balón rastrero desde la izquierda, en forma inaudita el meta surcoreano, Jung Sung-ryong, no metió las manos y en el “segundo palo”, tan solitario como implacable, Luis Suárez “vacunó” (minuto 8).

Sin embargo, los surcoreanos salieron pronto del pasmo de ese gol y buscaron el empate.

Nada dejados para el “buen pie”, los asiáticos tejieron y tejieron..., mas nada: los uruguayos se atrincheraron y como se sienten cómodos sin la pelota, pues no hubo mayor problema para la Celeste.

Sin embargo, los surcoreanos apretaron y arrinconaron a los uruguayos en el arranque de la segunda mitad: estos padecieron.

Lee Chung Yong marcó el empate (68’) con la complicidad de un despeje equivocado de Mauricio Victorino, la mala salida de Muslera y el despiste defensivo de Diego Lugano. Muchos errores y se acabó con el cero charrúa de 390 minutos.

Pudo ser para Corea del Sur, pero un remate de Park Ji Sung (73’) fue desviado por Muslera.

Entonces, vino el remate de Suárez (80’), dentro del área: una curva imposible para el portero que le devolvió el alma al cuerpo celeste.

Casi se le escapa cuando Lee Dong-gook sacó un remate que Muslera apenas detuvo, la pelota siguió a la puerta y Diego Lugano llegó apenas a salvar el día.

Uruguay avanzó en una ronda de nocaut por primera vez en 40 años, una marca añeja..., como casi todas las que ostenta.

La Celeste le quita el moho a sus blasones y recuerda que su pasado es ilustre, tanto como sus colegas del club de monarcas del mundo.

Como William Munny, el personaje de Clint Eastwood en Imperdonables, el viejo campeón cabalga de nuevo. Vamos a ver cómo le va a Uruguay..., a Munny no le fue nada mal. Con base en la transmisión de canal 7, agencias y fifa.com.