La elección de Asamoah Gyan como el mejor jugador del triunfo, en tiempos extra, de la selección de Ghana sobre el combinado de los Estados Unidos por marcador de 2-1, no es una escogencia popular.
La página oficial de la FIFA le da la libertad a los navegantes de la Internet de votar por el jugador de cada uno de los partidos del Mundial.
Al finalizar el encuentro, el ganador de la mención de honor fue el mediocampista Andre Ayew.
Si bien es cierto Ayew jugó un gran partido, su actuación no fue descollante, como la de Gyan.
Lo primero que salta a la vista es que al minuto 93’, Gyan anotó el gol que sembró a los africanos en la ronda de cuartos de final.
El significado del gol de Gyan, va más allá de ser el tercero del delantero en Sudáfrica, es el gol más importante de la historia futbolística del país africano.
En su segundo mundial, las Estrellas Negras repiten pasando a octavos, pero esta vez la primera ronda eliminatoria no será techo.
Una de las principales razones por las cuales Ghana está en cuartos es el juego de Gyan.
El ariete del Rennes de Francia, ya había anotado en el primer choque, ante Serbia. Un penal en el 85' fue la diferencia en el juego.
Australia fue la segunda víctima de Gyan, también desde el manchón blanco, esta vez al 25'.
El importante gol de ayer ya no se dio desde los 11 pasos.
Un pase a profundidad fue bajado de pecho por Gyan, mientras soportaba la fuerte embestida por detrás de Carlos Bocanegra.
Con Bocanegra fuera de acción –pareció que pegó con una pared–, Gyan remató alto y fuerte sobre la estirada desesperada del arquero Tim Howard.
“Gyan creó peligro, físicamente es muy fuerte”, explicó el entrenador perdedor, Bob Bradley.
La fortaleza de la cual habla Bradley estuvo desplegada en el tanto de la victoria de Ghana.
Corría el 93’ y Gyan tuvo los arrestos de para ser más fuerte en el choque y más veloz que los celadores norteamericanos.
Como si esto fuera poco, Gyan continuó siendo un dolor de cabeza para la parte baja de los americanos durante los 120 minutos que duró el cotejo, disputado en el estadio Royal Bafokeng, de Rustemburgo.
Gyan, que con cuatro goles es el máximo anotador en mundiales para las Estrellas Negras, no pudo esconder su felicidad al finalizar el encuentro de octavos.
“Soy el hombre más feliz del mundo. Le doy gracias a Dios por esto”, dijo la estrella de la jornada.
Ghana mantiene vivas las esperanzas de un mundial verdaderamente africano, su combinado es el único representante del continente que se mantiene con vida.
En la siguiente fase le tocará verse las caras con el combinado de Uruguay, pero Gyan no estará presente por tarjetas amarillas.
Desde la gradería Gyan confía en que sus compañeros puedan mantener al seleccionado en la carrera mundialista, para que en semifinal pueda encontrar su quinto gol. Se utilizaron informaciones de las agencias de noticias AFP, EFE, DPA y la página fifa.com