El corredor aficionado tico que renunció a su trabajo para entrenarse como profesional

A inicios de año, el maratonista e ingeniero industrial Leonardo Morera se propuso descubrir qué pasaría con sus tiempos de carrera dedicándose por completo al deporte

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¿Cómo un corredor aficionado se envuelve tanto en el atletismo que sacrifica su trabajo para entrenar como élite?

Leonardo Morera no lo tenía presupuestado. Pero tomó esa decisión para dedicarle más tiempo a este deporte.

El 15 de enero anterior este ingeniero industrial trabajó por última vez en una empresa donde llevaba casi cinco años.

No fue una decisión tomada a la ligera, asegura. Lo pensó durante un año, se enfocó en terminar su maestría y después le dio forma al sueño.

Por eso tampoco sintió temor de cambiar su vida "por culpa" de las maratones.

Viajó hacia México, donde realizó un campamento durante siete semanas. Su día a día se enfocó en entrenar y descansar.

"(...) Para trabajar, estudiar y entrenar he hecho marcas aceptables; entonces quería experimentar unos meses de solo correr y ver qué tanto puedo mejorar", expresó el corredor de 28 años.

Morera empezó a correr en 2010. Desde el inicio lo hizo bajo la supervisión de un profesional, en ese entonces de Guillermo Huertas.

Con varias competencias de 21 kilómetros en sus pies y una de 30 km, se aventuró en su primera maratón, en 2015. Eligió Miami y el resultado fue un buen inicio: 2:53:18.

Lo que muchos ni siquiera sueñan, él lo había logrado en su debut como maratonista: cronometró menos de 3 horas y clasificó a la maratón de Boston.

Al año siguiente corrió en la prestigiosa carrera, con un 2:49:58.

Le siguió Houston 2017 (2:44:30), Chicago 2017 (2:44:03) y 2018 (2:36:19, el mejor tico) y la última fue la maratón Lala 2019, en México (2:37:14).

Sus tiempos siempre fueron a menos, con excepción de la competencia azteca, aunque asegura que cumplió el objetivo de meterse entre los 15 mejores, con un décimo puesto.

"Esta maratón Lala la corrí aproximadamente 55 segundos más lento que la de Chicago hace 5 meses, pero sí con una dificultad mayor", explicó.

Al fin y al cabo el domingo estaba cerrando una meta que siempre le llamó la atención: entrenarse en México.

Por eso ahorró. Todos los gastos salieron de su bolsillo y su idea es regresar al país norteamericano entre agosto y setiembre, para hacer la mejor preparación posible rumbo a la Maratón de Berlín.

Fue en 2017 cuando le nació la idea de realizar un campamento de ese tipo. En diciembre le comentó la idea a su hoy entrenador, el mexicano Julio Marcelo.

La respuesta fue que antes de ir, era preferible adaptarse al "tipo de entrenamiento mexicano, para realmente sacarle provecho".

Ahí empezó a cambiar su rutina: aparecieron los días de doble sesión (entrenar mañana y noche) y acumulación de hasta 160 km por semana.

Después llegó a México y la experiencia, asegura, le ha permitido aprender mucho, sobre todo en la parte mental. Sintió la diferencia de tener más descanso y realizar sesiones más largas.

Pero después de Berlín, donde espera acercarse a las 2 horas y 30 minutos, su vida retomará la normalidad, pues volverá a buscar trabajo. O al menos ese es el plan, porque a largo plazo no se ve viviendo del deporte.

“Quiero mejorar hasta donde sea posible y seguirlo practicando para mantenerme saludable”, concluyó.