Dunga pagó caro sus errores y deja el puesto como técnico

3 Entrenador asumió la responsabilidad tras la penosa eliminación de Brasil en cuartos de final ante Holanda

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Luego de la dolorosa eliminación ante Holanda, el técnico de Brasil, Carlos Dunga, tomó el camino que muchos deseaban, incluso antes de dar inicio el torneo, su inminente renuncia del banquillo.

Tras cuatro años en el puesto, Dunga puso fin a su historia con la Canarinha, al igual que Carlos Alberto Parreira luego del fracaso ante Francia en la misma fase de cuartos de final en Alemania 2006.

Una historia que inició con una excelente carrera como jugador, pero que como técnico nunca supo ganarse el cariño de los brasileños.

Antes de la Copa, las críticas provenían primero, por su inexperiencia en el banquillo (nunca había dirigido) y más tarde por suprimir el jogo bonito del Mundial al excluir a jugadores como Ronaldinho, Pato o Diego y más bien apostar por una táctica resultadista.

Esto le causó un severo enfrentamiento con la prensa de su país.

Curiosamente, horas antes del partido los brasileños tenían un 69% de confianza en el trabajo de Dunga con la selección de Brasil, gracias al buen accionar en los cuatro primeros juegos en Sudáfrica.

Pero luego de la derrota el panorama fue otro y Dunga volvió a ser otra vez el “malo de la película”.

“Soy el comandante del equipo y todas las decisiones que tomé fueron en favor de la Selección. Todo lo que habíamos programado fue efectuado y como comandante creo que la culpa es de todos nosotros. Claro que llevo la mayor parte”, indicó decepcionado aunque manteniendo la postura ante los medios.

El hasta ayer estratega de la selección brasileña dio un gran espaldarazo a uno de sus jugadores “mimados”, Felipe Melo, quien anotó un gol en contra desarmando a la Verdeamarella y además les complicó las cosas al dejarlos con diez hombres tras agredir a Robben.

“Sería injusto que me ponga a hablar solamente de Felipe Melo ahora. No es la primera vez que un jugador resulta expulsado”, señaló Dunga, aunque reconoció que “es claro que jugar con uno menos en un partido de Copa del Mundo contra jugadores de calidad siempre es complicado”.

Brasil ahora buscará un técnico que cuente con las agallas de comandar un proceso mundialista, obligado a concluir, sí o sí, con el hexacampeonato, dentro de cuatro años en su propio patio de juego.

Sin duda, la mayor presión que puede tener un técnico de Brasil. Se utilizó información de AFP y EFE.