Dibaba confirma su reinado en la pista

El atletismo, el “deporte rey’ de los Juegos Olímpicos, comenzó ayer en Londres. El estadio de Stratford, que lucía un lleno a reventar, vio a la etíope Tirunesh Dibaba revalidar el oro en 10.000 metros.

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Londres La etíope Tirunesh Dibaba y el polaco Tomasz Majewski reverdecieron laureles olímpicos en el debut del atletismo en los Juegos con sus victorias en las finales más contrapuestas: la de los pesos pluma (10.000 metros) y la de los grandes pesos.

Frente a 80.000 espectadores que abarrotaron el estadio de Stratford en el estreno del “rey de los deportes”, Dibaba recuperó su remate más letal para revalidar, en formidable combate con las kenianas Sally Kipyego y Vivian Cheruiyot, su título de 10.000 metros, dejando atrás casi un año de lesiones.

Ningún atleta hasta hoy había ganado dos títulos consecutivos olímpicos en 10.000 metros.

Un súbito cambio de ritmo a 500 metros de la meta sentenció una contienda que se esperaba más cerrada. Dibaba venció con 30:20.75, dejando que Kipyego y Cheruiyot dirimieran el litigio por las medallas menores.

Cheruiyot, que logró el año pasado el único doblete de los Mundiales de Daegu (5.000 y 10.000 m) y había permanecido invicta durante casi dos años, perdió ayer no solo frente a Dibaba en el gran clásico del fondo, sino también ante su compatriota Kipyego.

Doble campeona olímpica en 2008 (5.000 y 10.000 m), Dibaba permaneció un año sin competir por lesión, pero llegó a Londres al frente del ranquin mundial con la marca de 30:24.39 que logró hace dos meses en Eugene (EE. UU.), en su primer 10.000 desde 2010.

Cierre. Las africanas asumieron la responsabilidad a partir de la mitad de carrera. Primero tiró Kipyego, que pasó los 5.000 en 15:32.06. Luego, la etíope Werknesh Kidane. Dibaba, consciente de su terrorífico final, mandaba por delante de Kidane, que en el octavo kilómetro pegó un fortísimo tirón, obligando a Cheruiyot a salir de la sombra.

El ataque de Kidane seleccionó al cuarteto -dos kenianas y dos etíopes- que iban a jugarse las medallas en las cinco últimas vueltas.

En el último giro, la lugarteniente Kidane cedió el protagonismo a la capitana Dibaba, que no dejó margen para la sorpresa. A 500 metros del final abrió una distancia enorme sobre las dos kenianas. “Estoy muy feliz. Nadie había ganado dos veces seguidas 10.000” , recordó Dibaba, minutos después de conseguir el oro.

Gigante. En el círculo de peso, Tomasz Majewski, apodado el Gigante Silencioso, revalidó su corona con un lanzamiento de peso de 21,89 metros que le otorgó un estrecho margen de tres centímetros sobre el campeón del mundo, el alemán David Storl.

Estados Unidos, pese a contar con los tres únicos atletas que este año han superado los 22 metros, debió conformarse con un bronce de Reese Hoffa (21,23), mientras el argentino Germán Lauro cerró con un brillante sexto lugar (20,84) su primera final olímpica y regresa a casa con dos récords nacionales.

Storl confirmó que sabe estar a punto en los grandes momentos. Sus cuatro mejores lanzamientos los ha conseguido en grandes campeonatos. Ayer, en la primera ronda, tomó la delantera con 21,84 metros y mejoró dos centímetros en la segunda oportunidad.1