A Lico Ramírez da gusto verlo pedalear. Carga 37 años sobre su espalda y hace apenas dos meses, tres de sus costillas estaban quebradas, pero tiene esa terquedad lúcida que bendice a algunos deportistas.
Ayer, en la tercera fecha de la Copa Endurance, en Tarrazú, Ramírez (Grupo Orosi) casi se lleva el primer lugar tras un potente duelo con Deiber Esquivel, quien finalmente le sacó un par de metros al cruzar la meta. Ambos ciclistas lograron un tiempo de 2:32:34.
Los pedalistas, de la categoría élite masculino, dieron un precoz aviso al inicio de la carrera. Junto con Fabricio Quirós y Joseph Chavarría tomaron el liderato del grupo desde el arranque y lo cuidaron.
Al kilómetro 10, de los 50 del recorrido, se zafaron de Quirós, y Chavarría quedó más adelante, en alguna curva del camino. Lo cierto es que el tercer lugar terminó la carrera 1:33 después de los líderes.
“Sabíamos que iba a ser una etapa muy dura, siempre me ha gustado mucho y he tenido la ilusión de ganar. Este año gracias a Dios se me da”, aseguró Esquivel, del equipo Scotiabank-Dos Pinos-Deloitte.
Por su parte, la corredora Adriana Rojas venció en la rama femenina luego de imponerse cómodamente sobre sus rivales y sumar su segundo triunfo en esta Copa. Natalia Navarro ocupó el segundo puesto, 14 minutos después, y la tercera, Nancy Amores, cruzó la meta media hora más tarde.
Manchón. La tercera fecha de la Copa Endurance se celebra apenas unos días después de que el presidente de la Federación de Ciclismo, Hernán Solano, confirmó que a cuatro pedalistas de la Vuelta de Costa Rica se les sigue un proceso por supuesto positivo en dopaje.
“Esto es una enseñanza para todos nosotros, que a veces vale más entrenar unas horas más que usar estas sustancias”, dijo Ramírez.