Puntarenas. Gianmatteo Fagnini, ganador de la etapa entre Liberia y Puntarenas, pasó inadvertido ayer en la meta pues los porteños vitorearon con un ¡pura vida! al nuevo líder de la Vuelta a Costa Rica, el naranjeño Marco Rodríguez.
Protagonista de una fuga de bandera a bandera, el mejor novato del giro y corredor de Pizza Hut integró junto con Fagnini un grupo de siete pedalistas que llegaron a la raya final con una diferencia de 17 minutos sobre el pelotón perseguidor.
Ayer la mazorca de la individual se desgranó para montar en la cima a pedalistas que tienen buen cartel en la planicie pero no en la alta montaña, que aparecerá a partir del martes próximo camino a Pérez Zeledón.
La fuga complicó las expectativas para los nacionales de Musmanni al perder tiempo Mario Fallas en una caída ocurrida a la entrada de esta ciudad.
La etapa estaba para montar una escapada desde muy temprano sobre un campo llano, especial para italianos y cubanos pero no para dejar avanzar el cronómetro, que marcó grandes distancias en el casillero general individual.
Rodríguez portará hoy la camiseta canaria escoltado por Miguel Badilla en el segundo lugar. Ambos permanecerán hoy en esas posiciones pero serán asediados por los escaladores, quienes buscarán descontar tiempo en el ascenso hacia San Ramón.
Estrategia
Salir cinco kilómetros después del arranque en una largada de 150 kilómetros hasta la meta fue el as del técnico Alvin Brenes para destrozar a su enconado rival, Musmanni, sexteto que no respondió tácticamente al ataque pizzero.
Los panaderos cuentan con un solo hombre al caer Fallas. La misión le corresponderá al colombiano Marco Wílchez si quieren ganar la Vuelta, porque Pizza irá a darlo todo por sostener a Rodríguez y tiene más hombres en la lista que podrían ocupar su lugar como Federico Ramírez, Luis Morera, o su refuerzo, el colombiano Raúl Gómez.
La maquinaria debe comenzar a operar desde hoy porque no solo Musmanni saldrá por bajar tiempo sino que allí están los venezolanos César Salazar y Henry Meneses; y el colombiano Omar Trompa, quien viste la casaca mexicana.
Los escaladores tiene la palabra para bajar a Rodríguez y Badilla, quienes por su especialidad en el llano no cuentan con un buen currículum en las alturas.
De hecho la hoja filosa de la montaña comenzará a desaparecer gente en la individual, donde figuran italianos y cubanos. En la cronoescalada de mañana a Tarbaca comenzará el calvario.