La Contraloría General de la República advirtió al Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación acerca de diversas fallas que comete en la programación de su ejecución presupuestaria.
Las observaciones fueron realizadas por el ente contralor luego de un proyecto de fiscalización denominado “Seguimiento de la gestión en el Icoder”, que corresponde a tres obras públicas.
Estas son la construcción del gimnasio multiuso de Buenos Aires de Puntarenas, la remodelación de la piscina María del Milagro París, en La Sabana, y el mantenimiento de parques recreativos e instalaciones deportivas.
Dentro de los principales errores que indica la Contraloría, está que los recursos para dichos proyectos no se incluyeron en el período inicial del presente año, que va del 1.º de enero al 31 de mayo.
También, que se presentó un lapso de dos meses entre la fecha en que se presupuestaron los recursos y la decisión para comenzar el proceso de contratación.
Plazos. Otro punto, según la Contraloría, es que el Reglamento de Contratación de Bienes y Servicios del Icoder no define plazos para las fases previas a las licitaciones, para el gimnasio y la piscina.
Tal deficiencia, según el ente contralor, es reincidente, pues desde el 2010, cuando se hizo el cuestionario para medir el índice de gestión institucional, el Icoder aceptó que no tenía definidos los plazos máximos que debe tardar.
Tras conocer el informe de la División de Fiscalización Operativa y Evaluativa de la Contraloría, Luis Peraza, director del Icoder, aceptó que hay lentitud en los procesos de la entidad, y que esto es parte de la historia de la institución.
“Para mí es muy difícil cambiar los procedimientos, pero lo vamos a hacer de aquí en adelante. Uno de los primeros pasos será definir los plazos porque al no tenerlos se dan estas cosas”, manifestó Peraza.
El jerarca añadió que la lentitud de la que habla la Contraloría se ve incrementada porque los departamentos de gestión de instalaciones, proveeduría y legal, no trabajan de forma mancomunada.
“Vamos a darle capacitaciones a estas tres áreas para que los procesos sean más rápidos, además de que contrataremos un ingeniero industrial para que lleve un control de una gestión desde que se solicitan materiales hasta que el abogado firma la licitación”, apuntó.
Peraza desea que casos como el de la piscina de La Sabana, cuyo primer proceso de contratación de obras para remodelación se inició en el 2005, pero que fue reparada hasta este año, no se repita.
“Como dice la Contraloría en el informe, buscaremos asesoría para mejorar nuestro procesos”, dijo.