Hasta hace unos días nunca un ciclista costarricense había competido en una copa del mundo de ciclocrós, disciplina poca explorada en el país y la cual Felipe Nystrom quiere promover entre los atletas nacionales.
Nystrom irrumpió en el ciclismo élite de Costa Rica cuando ya era un adulto. Luego de superar varios años sumido en la drogradicción e intentos de suicidio, empezó a destacar en el pelotón nacional pese a vivir en Estados Unidos, donde realiza la mayoría de sus competencias. Para quien era desconocido probablemente dejó de serlo al coronarse campeón nacional de ruta en 2019.
Ese título lo ostentó hasta el domingo anterior, cuando se disputó un nuevo campeonato de esta disciplina y el oriundo de Santa Ana no pudo asistir por los constantes cambios en las fechas debido a la pandemia. Sin embargo, mientras eso sucedía él se dedicó a cumplir otra de las metas propuestas cuando el deporte lo ayudó: representar la bandera nacional.
Pudo haberlo hecho como seleccionado de ruta, aunque no solo dependía de él y al ver que las posibilidades eran muy bajas, aplicó la mentalidad que le ha permitido romper sus propios límites: “si me cierran una puerta y otra y otra, por allá voy a construir mi propia puerta y conseguir mis metas como sea”.
Para eso eligió el ciclocrós (CX), disciplina que combina terrenos diversos (asfalto, tierra, barro) e incluso obstáculos. Aunque a simple vista parece utilizarse una bicicleta de ruta, tiene varias diferencias, sobre todo en las llantas, las cuales son más anchas, sin llegar a ser de ciclismo de montaña. Además, las competencias se realizan en un circuito.
Felipe aprovechó la programación de algunas fechas de Copa del Mundo en Estados Unidos, las cuales normalmente se realizan en Europa, y después se dio cuenta de que podría convertirse en el primer tico en disputar una carrera de esta magnitud. Ese dato primero se lo comentó su entrenador y exciclista profesional José Adrián Bonilla, y después se lo reconfirmó la Unión Ciclista Internacional (UCI).
Disputó tres carreras de Copa del Mundo y un total de siete competencias de este tipo durante nueve días (todas avaladas por la UCI) en el pelotón élite, donde actualmente es también el único ciclista latinoamericano y ocupa el puesto 76 del ranquin mundial. Para estar ahí necesitó el aval de la Federación Costarricense de Ciclismo (Fecoci) y la aprobación de la UCI.
“Se necesita ser élite para estar ahí, y por las carreras que he hecho en aquí en Estados Unidos tengo la suficiente cantidad de puntos. No es que nada más se solicita la licencia; se deben obtener ciertos puntos para ir pasando por diferentes categoría y cuando se llega a la categoría uno, se puede pedir licencia élite”, comentó Nystrom, quien agradeció también el apoyo durante esas gestiones del presidente de la Fecoci, Óscar Ávila.
“Óscar ha tenido la visión necesaria para expandir los horizontes del ciclismo y crear atracción a esta nueva disciplina. Ojalá que con el pasar del tiempo más gente se quiera meter. Una de mis intenciones es darle más notoriedad, porque en Costa Rica se podrían hacer de estas carreras y hay talento. La idea es ser el primero pero no el último”, añadió.
Será también el pionero en el Panamericano y Mundial de la misma disciplina, los cuales se disputarán en diciembre y enero, respectivamente. Como parte de la preparación asistirá a otra Copa del Mundo, en Bélgica, gracias a la invitación que le extendió la UCI, pues su presencia entre ciclistas nórdicos, estadounidenses o canadienses, llamó la atención, incluso para los medios de comunicación.
Nystrom dio varias entrevistas contando su historia de vida y la carrera que ha desarrollado como ciclista tico radicado en Portland, Estados Unidos, desde el 2012, cuando con 29 años decidió salir de Costa Rica para hacer un reinicio.