Chris Paulhace puntos para ser un nuevo MVP

Después de que se canceló su traspaso a los Lakers, parecía que Paul nunca jugaría una final de la NBA. Eso podría cambiar pronto

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El destino parece haberse negado, por mucho tiempo, a darle el protagonismo merecido al talento del base Chris Paul. Pero esta temporada eso está cambiando.

Seleccionado en el 2005 por los New Orleans Hornetts, un equipo con rumbo tan perdido que ni dueño tenía, el talentoso basquetbolista bregó con un sinnúmero de derrotas, para luego posicionarse entre la élite de la liga.

Al conseguir ese alto estatus, Paul parecía recibir su premio al ser cambiado a los Lakers de Los Ángeles, la campaña pasada, donde podría luchar por campeonatos y presentarse en el centro de atención del baloncesto.

Sin embargo, la presión de los otros dueños, celosos de ver a un jugador tan excelente vestirse de púrpura y dorado, obligó a dar marcha atrás en el canje.

Entonces, Paul terminó en otro equipo pequeño. Siempre viajó a Los Ángeles, pero para los Clippers, que nunca han ganado ni siquiera un título divisional (premios que suelen acumular los Lakers).

Allí se juntó con el volcador más impresionante de la era, Blake Griffin, y un equipo ganador. También con las posibilidades de armar un contendor por el título.

Posibilidades que este año podrían cristalizar.

El corazón de ese equipo de espectáculo y triunfos es Paul, con modestos 16,6 puntos por encuentro, pero gran visión de juego y manejo de sus compañeros.

MVP All-Star. Con 20 puntos y 15 asistencias (cifras solo comparables con grandes bases como Magic Johnson e Isiah Thomas) , Paul fue galardonado como el más valioso del Juego de Estrellas, el pasado fin de semana.

Un argumento más en la carrera del “pequeño” armador (1,83 metros), para competir por ser el mejor jugador de la campaña.

Los riesgos para su nominación no son muchos, de hecho recorrida más de media temporada, parece que solo hay dos y tienen nombre: LeBron James y Tony Parker.

El Rey se mantiene en la cúspide como el mejor basquetbolista del mundo en este momento. Otro año con números impresionantes: 27,2 puntos, siete asistencias y 8,1 rebotes, en promedio por juego.

De James solo se puede decir en su contra, que ya acumula tres de estos galardones, así que el cetro podría irse de sus manos para evitar la repetición.

Parker, por su lado, tomó las riendas hace rato como la principal estrella de los Spurs, ante el paso inclemente de los años por las carreras de Tim Duncan y Manu Ginóbili.

Comparte con Paul el ser un armador muy eficiente, y tiene a su favor la posibilidad de que San Antonio acabe, otra vez, como el mejor quinteto de la temporada regular.