Pamplona. AFP La formación española Movistar se impuso ayer en la primera etapa de la Vuelta a España, una contrarreloj por equipos de 16,5 kilómetros tras la cual el español Jonathan Castroviejo se convirtió en el primer líder de la prueba en Pamplona.
“Para mí es una gran satisfacción personal. No estaba nada previsto; todo el mundo ha ido tirando en la última parte y fui el primero en pasar la línea”, aseveró el primer dueño de la camiseta roja.
“Me ha ido mejor de lo que esperaba. Con este problema de cordal no llego en las mejores condiciones, pero espero ir tomando fuerzas durante la carrera”, aseguró, por su parte, Juan José Cobo, compañero de Castroviejo y defensor del título que pretende retener con ayuda de Alejandro Valverde, ganador de la prueba en 2009.
Los corredores holandeses del Rabobank entraron segundos por un puñado de centésimas de segundo frente a los belgas del Omega Pharma y los estadounidenses del BMC, tres equipos que llegaron con el mismo tiempo: 19:01.
Detrás, los equipos de los principales líderes también tuvieron una buena etapa prólogo, con los dos favoritos Chris Froom (Sky) y Alberto Contador (Saxo Bank) cediendo poco terreno ante los líderes.
El Movistar, equipo donde también milita el costarricense Andrey Amador, ganó la prueba con un tiempo de 18:51, haciéndolo 10 segundos más rápido que el Rabobank, que se vio superado por el equipo ibérico, que ayer le correspondió salir en el último lugar.
El Sky, que el año pasado había tenido un muy mal ejercicio contra el reloj en conjunto, esta vez lo hizo mucho mejor al quedarse con el quinto lugar, a 12 segundos, los mismos que entregó el Lotto.
Contador, en su gran regreso a la competición tras cumplir una suspensión de dos años por dopaje, quedó en séptimo lugar al frente del Saxo Bank, perdiendo 14 segundos frente al conjunto que dirige Eusebio Unzúe, en Pamplona.
“El hecho de poder ganar aquí en Navarra nos ha dado una motivación especial. No había mejor forma de empezar”, dijo Unzúe.
Hoy el pelotón partirá desde Pamplona hasta Viana, en una etapa casi plana de 181,4 kilómetros, ideal para una llegada masiva en la que los velocistas serán los que tengan la última palabra.