Brenes y Salas despojó al Liceo de Costa Rica del liderato de la temporada luego de vencer a Huracanes 7 carreras a 1 y blanquear a los Dantos 11 carreras a 0 en el diamante del parque Escarré.
Los liceístas sucumbieron en tres partidos a partir del jueves: 3 carreras por 4 ante Huracanes, 3 por 5 frente a Tiburones y 8 por 6 contra Heredia, pese a sendos jonrones del inicialista Sergio Espino y el receptor Ramón Flores.
De no variar la situación, Brenes y Salas (marca de 12-4) adquiere ventaja para las semifinales.
De ser así, su eliminatoria sería contra el cuarto del orden de la tabla de clasificación –en este caso Tiburones (a cinco juegos de diferencia)– mientras el Liceo debería buscar la serie final a expensas del fuerte Heredia (ambos a dos juegos).
Brenes y Salas, sin embargo, no las tuvo todas consigo.
El veterano Eliseo Moya se percató a tiempo de la eventual jugada de squezze y, entonces, tiró incómodo para frustrar la anotación que empataría el juego a Huracanes.
Dicha jugada suicida se efectúa con virtual robo del pentágono que el bateador de turno preserva obligatoriamente con un toque o plancha de sacrificio.
Es la acción que requiere mayor precisión en el beisbol: el corredor no debe dar a entender su intención de robar el pentágono y el bateador menos de hacer el toque de bola.
Con el ánimo distendido tras la seria oposición de Huracanes, Brenes y Salas no tuvo reparos para aplastar a los Dantos con apoyo de jonrón de tres carreras de Aaron Albizú y cuatro dobletes y tres impulsadas por el sólido bateador Elpidio Serrano, más el hermético lanzamiento de los consagrados Jairo Umaña y Sergio Zapata.
Se le fue. Liceo ayer estuvo en ventaja 5-2 sobre Heredia hasta la quinta entrada con artillería de ocho incogibles, entre ellos dobles de Ernesto López, sencillos de Carlos Soto y Greg McCliff y los jonrones de Espino y Flores contra el abridor rojiamarillo, Yorbin Hilse.
Allí entró en acción el relevista Enrique Díaz, quien no solo encendió la furia ofensiva contra los relevistas del Liceo, quienes vieron impotentes cómo los heredianos anotaron seis carreras en tres episodios y se encaminaron al triunfo inobjetable.