Boxeo de Juegos Nacionales le ayudó a joven de Carrillo a borrar las heridas de una vida marcada por la tragedia

Marcos Gómez Gómez presenció la muerte de su padre a los siete años y se convirtió en un niño rebelde, hasta que descubrió el cuadrilatero

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Presenciar la muerte de su padre, en una oscura calle de Playas del Coco en Guanacaste, con apenas siete años de edad, marcó el destino del pequeño Marcos Gómez Gómez.

Una constante rebeldía, un niño problemático que le gustaba pelear con sus compañeros de la escuela, eran parte de su explosivo carácter desde aquel fatídico día.

Su forma de ser retraída, tímida y hasta desconfiada, hizo que su madre Rosa Gómez decidiera hablar con el entrenador de boxeo José Rodríguez e inscribirlo en el grupo de Juegos Nacionales de Carrillo, Guanacaste.

Un año después, con 13 años de edad, Marcos está muy cerca de alcanzar su primera medalla de oro en los Juegos Nacionales Icoder 2018, gracias a su perseverancia y la disciplina que encontró en el pugilismo.

“Me metí en el boxeo para olvidar la muerte de mi papá. Lo mataron allá en El Coco. Eso pasó cuando tenía siete años. Ahora yo le dedico mis peleas y quiero ganar una medalla de oro para él y mi mamá”, comentó el pequeño, quien tiene cinco hermanos y participa en la categoría de los 42 kilogramos.

Marcos logró canalizar en los últimos 12 meses ese dolor mediante el boxeo, lo cual se vio reflejado en sus dos victorias en las Justas. La última, este lunes, ante Joseph Angulo de San José, lo tienen a las puertas de una presea dorada. Además dejó de pelear con sus compañeros y se controla más.

“Mi deseo era participar en unos Juegos Nacionales, no importaba el deporte. Pero ahora que entreno boxeo espero seguir participando. Soy mejor de lo que me imaginé. Antes me gustaba el fútbol, pero ahora ya no. Quiero llegar a ser un boxeador profesional”, agregó Gómez.

El estudiante de sétimo año del Liceo de Santa Cruz confesó que apenas termina las clases se dirige a su casa en el barrio Chorotega de Santa Cruz, hace sus tareas y se marcha a los entrenamientos con el profesor José Rodríguez.

“Mi mamá me contó que ella también fue boxeadora. Que participó en unos Juegos Nacionales y ganó una medalla de plata, la cual aún conserva. Yo quiero ganar una de oro, superarla y ser campeón. Ese es mi deseo, me gusta la disciplina del boxeo y he aprendido mucho”, añadió Gómez.

Su entrenador, José Rodríguez, comentó que Marco es “un muchachito” que vive en un barrio problemático, pero que se ha dedicado por entero al boxeo en el último año, por lo cual ha progresado mucho y mejorado en su técnica.

“Marcos mejoró su comportamiento en la escuela. Todavía no le gusta que lo regañen y muchas veces está a la defensiva, pero es un buen chico, muy entregado y disciplinado. Va mejorando y creciendo en el deporte y es una gran satisfacción para todos, porque él no conocía San José o no había salido más allá del Coco o Santa Cruz y ahora es un deportista que representa a Carrillo”, indicó Rodríguez.

Con más de 35 años en Juegos Nacionales y nueve cantones dirigidos, José Rodríguez llevó una representación de 21 boxeadores, con edades entre los 13 y 19 años, de los cuales 18 clasificaron a las finales de las Justas.