PARÍS, francia. AFP La audiencia por presunto dopaje del triple ganador del Tour de Francia, el laureado ciclista Alberto Contador, arranca hoy en Lausana, Suiza.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo examinará durante cuatro días si la pequeña cantidad de clembuterol en la orina del español fue un intento de dopaje o, al contrario, contaminación alimentaria.
El clembuterol es un fármaco que actúa como descongestionante y broncodilatador. En personas que padecen de desórdenes respiratorios, como asma, se emplea como broncodilatador para facilitarles la respiración.
Si el Tribunal encuentra que el ciclista consumió la sustancia en forma premeditada, la credencial de ganador del Tour de Francia 2010 le será retirada.
Pese a que la audiencia está pactada para concluir el próximo jueves, el Tribunal ya advirtió que sus tres jueces darían su veredicto hasta dentro de “varias semanas”, lo que aplaza al año que viene el epílogo de un caso a medio camino entre el dopaje y la salud pública.
Complicado. Si Contador fuera un deportista cualquiera, la resolución del caso no sería tan complicada; sin embargo, el haber diagnosticado positivo ofrece dos difíciles argumentos.
Primero, que la cantidad detectada en el control del 21 de julio de 2010 –día de descanso del pelotón del Tour de Francia en la localidad de Pau– era insignificante.
Y segundo, que los restos de esta sustancia anabolizante no aparecen en los controles realizados a Contador antes y después de la misma fecha.
Los abogados de la defensa sostienen que la conclusión es sencilla: el español se contaminó tras comer un bistec de carne vacuna, consumido un día antes. Según ellos, en los animales la sustancia actúa como método de engorde.
El Tribunal aplazó en tres ocasiones el arranque de la audiencia prevista para junio (antes del Tour de Francia 2011).
Por una petición del deportista se trasladó a agosto, y luego a noviembre, por solicitud de la Agencia Mundial Antidopaje.