Atletas contribuyen en carrera por un corazón

La carrera solidaria convocó a 570 corredores y a numerosos voluntarios

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Un cielo negro que amenazaba lluvia no fue motivo suficiente para desmotivar a los más de 500 corredores que se acercaron la tarde de ayer a la carrera solidaria Escucha mi Corazón, en Escazú .

La competencia tuvo lugar en beneficio de Germán Andrés Sibaja Ramírez. Este pequeño de ocho años necesita una operación de corazón y la celebración de la carrera fue la forma que se les ocurrió a los familiares para reunir el dinero que necesitan para tratarlo.

El motivo solidario hizo que un gran número de aficionados al atletismo y profesionales se decidieran a participar y donar su inscripción, de ¢8.000, para la reparación de la válvula aórtica que necesita Germán Andrés.

El buen ambiente y la esforzada organización se notaron desde el principio. Los corredores salieron del Centro Comercial de Escazú a las 4 p. m., con 7,5 kilómetros de recorrido por delante.

Dos corredores se pusieron en cabeza prácticamente desde el principio y, ya cerca del kilómetro cuatro, el finalmente ganador, Carlos Espinoza Quesada, se despegó de su perseguidor sacándole, pasada la mitad del recorrido, más de 100 metros de ventaja.

Espinoza atravesó la meta en solitario a los 23:59 minutos. El corredor quiso ofrecer un gesto al homenajeado del evento y se paró antes de la meta para cruzarla acompañado de Germán Andrés Sibaja.

“Yo no soy padre pero tengo muchos sobrinos y sobrina, también un día lo seré y espero que en mi familia no haya un caso como el de Germán Andrés”, dijo el vencedor al finalizar la competencia.

A pesar de haber llegado en primera posición, el ganador no le dio importancia a la tabla. “Ya sabía porqué era la carrera, no había que pensarlo mucho, nada más esforzarse y colaborar, independientemente del premio o de la posición en la que llegues”, aseguró.

En la categoría femenina la vencedora fue la conocida corredora Rosario Vargas, quien no quiso perderse esta oportunidad aún sin estar en la mejor forma física. “No hay excusa para no venir, lesionada, cansada, había que hacerlo”, explicó en la meta.

La atleta, que empleó en la prueba 28:52 minutos, también tuvo buenas palabras para la organización. “Todos colaboramos, la salida fue muy ordenada y creo que así debieran ser todos los eventos, todos contamos un poquito para que salgan bien bonitos”, confirmó.

Otro de los corredores que terminó la competencia fue Andrés Masís, que, con tan solo 10 años, quiso ayudar en lo posible al otro Andrés y realizó con su padre el recorrido completo.

En la meta de la carrera esperaban a los atletas, con una radiante sonrisa, Germán Andrés y su padre. Agradecieron a los corredores su participación, así como a patrocinadores y voluntarios “Ha sido todo un éxito, porque aparte del apoyo, las personas, las buenas vibras, el objetivo era lo más importante”, afirmó el progenitor.

Todos los materiales empleados fueron donados o cedidos de manera altruista. Desde las medallas o los dorsales hasta las ambulancias y el personal sanitario que acompañaron a los atletas.

“Todo salió muy bien, toda la gente se ha comportado a la altura, los atletas sabían que la inscripción que ellos pagaron sería donada completa para la operación”, expresaron desde la organización.

Tras la carrera, en un altavoz se anunciaron las siguientes actividades, la entrega de medallas y de premios y la rifa de una canasta.

El aguacero, que amenazó en todo momento, esperó como es debido, y descargó minutos después de finalizar la competencia.