En carretera, Andrey Amador está demostrando con hechos el por qué es que Eusebio Unzué lo llevó a la edición 69 de la Vuelta a España.
Ayer, en la quinta etapa de esta ronda de 21 jornadas, el costarricense de Movistar Team ejerció una función muy laboriosa.
El ídolo del ciclismo nacional se fajó para custodiar en todo momento a sus compañeros Nairo Quintana y Alejandro Valverde.
“Es lo que nos toca, para eso nos trajeron y de momento todo va bien”, comentó Andrey Amador.
El tico se dejó ver durante los 180 kilómetros entre Priego de Córdoba y la ciudad malagueña de Ronda, en un día en el que el rutero alemán John Degenkolb (Giant Shimano) consiguió su segunda victoria en fila y al esprín, imponiéndose con un tiempo de 4:41:47.
Amador arribó a la meta en el puesto 48, a cinco segundos, y en la clasificación general escaló una posición, por lo que ahora se ubica de 30, a 1:01 del líder general, Michael Matthews (Orica).
“Fue un día tranquilo entre comillas, hasta que a falta de 40 km, el equipo Tinkoff Saxo quiso atacar después de una bajada, lo cual cortó el pelotón”, recordó.
Andrey fue uno de los corredores de Movistar Team que quedaron en el primer grupo y aprovechó para contribuir a que sus dos líderes no perdieran la buena posición que llevaban en el tramo más duro.
“Luego nos pusimos a trabajar con los del Tinkoff Saxo. Lo que pasa es que al estar adelante, un grupo reducido hace que podamos mantenernos más seguros”, explicó Andrey Amador.
En el plano individual, el tico está haciendo una muy buena Vuelta a España, “pero aquí en realidad lo importante es ayudar a Nairo y a Alejandro”, recalcó.
Así que para hoy, otra vez se verá una versión muy activa de Andrey Amador, ya que vendrá el primer remate de etapa en alto.
La sexta fracción de la Vuelta comprende 167,1 km entre Benalmádena y La Zubia, con cierre en un puerto de primera categoría.
“Vamos a luchar por dejar a Nairo y a Alejandro bien frescos al pie de la última subida, esa será la misión mía”, confesó Amador.