Andrea Vargas descubrió su habilidad para la pintura mientras estaba encerrada por la pandemia

Andrea Vargas, bicampeona panamericana de los 100 metros vallas, confesó su pasión por el arte, mientras su madre y entrenadora reveló uno de los grandes secretos de la hija artista

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Aunque de niña le gustaba el dibujo, Andrea Vargas Mena se dedicó al atletismo y se convirtió en una de las mejores atletas de nuestro país, consagrándose bicampeona panamericana al ganar la medalla de oro en la prueba de los 100 metros vallas en las justas de Lima 2019 y Santiago 2023.

Sin embargo, con el paso de los años, “La Súper Niña”, como solían llamarla en las pistas atléticas de nuestro país, recobró esa pasión por las artes de una forma impensada, debido a las consecuencias de una enfermedad que cambió el mundo.

Andrea, quien vive en Portland, Estados Unidos, con su esposo David Jiménez y su pequeña hija Avril, fue una de las millones de personas que vio cómo su vida dio un giro radical por la pandemia de la covid-19. Sin embargo, esta situación le permitió también retomar un pasatiempo que incluso ya le generó un monto económico inesperado.

“De chiquilla me gustaba mucho dibujar, y como en la pandemia estaba encerrada y me iba a volver loca, porque ni siquiera podía salir a entrenar, entonces empecé a pintar. Comencé pintando en acrílico, que siempre me gustó, y recientemente empecé a pintar acuarelas. Es una habilidad que descubrí en la pandemia”, confesó Vargas.

Andrea aseguró que nunca ha tomado cursos de pintura, pero practicar desde niña el dibujo con lápiz le facilitó hacerlo con mayor libertad. Además, tiene más oportunidad de ser creativa, le ayuda a desestresarse y puede probar diferentes diseños que le interesan.

“Me gustan las pinturas abstractas. Sacaba un dibujo de internet y trataba de replicarlo, a ver cómo me iba. Nunca llevé clases de dibujo, pero siempre me gusta todo lo que son los detalles. Es muy interesante, y como expliqué, me gustan los dibujos abstractos”, añadió Vargas.

Andrea Vargas vendió su primera pintura

Su madre y entrenadora Dixiana Mena Torres interviene revelando un detalle que hasta entonces Andrea parecía no querer dar a conocer: “¿Ya le contó que vendió su primera pintura?”, aseguró la orgullosa mamá, mientras Andrea sonríe y se sonroja.

“No. No le había contado”, comentó Andrea aún entre risas.

“Hace unos meses dibujé una Santa Cena y se la vendí a una amiga. A ella le gustó la pintura y me la compró. La verdad, la pintura para mí es un hobby, la oportunidad de expresarme y hacer algo diferente. Me gusta hacerlo y tengo un par de proyectos que estamos analizando en familia”, dijo Vargas.

En la sala de la casa de sus padres, Andrea tiene un cuadro con tres mariposas, las cuales pintó a pedido de su madre, como un recuerdo de una competencia en Brasil, donde la vallista ganó una competencia y Dixiana recordó que fue prácticamente como una premonición que les iba a ir bien.

Andrea Vargas también tiene un encargo muy especial de su mamá, de la cual dice estar un poco atrasada. Doña Dixiana le pidió que le dibujara las medallas de oro de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y Santiago 2023 y luego las firmara para tenerlas en la sala de su casa, junto a las mariposas que conserva en su hogar.

Otro de los pasatiempos de Andrea Vargas es la cocina, donde se esmera en satisfacer los gustos de su esposo e hija que siempre la apoyan.

“La repostería me encanta, pero no puedo comer mucho de lo que cocino debido a la estricta dieta que debo mantener durante las competencias. Cuando cocino, David, mi esposo, es quien come, al igual que Avril. También le llevo a unos amigos. Cocinar me gusta mucho, y cuando tengo tiempo cocino lo que más les gusta”, declaró Vargas.

Andrea indicó que su esposo David y su hija Avril componen un gran equipo, donde todos ponen lo mejor para apoyarla en el deporte, mientras ella siempre busca atender a su familia lo mejor que puede, incluso llevando a su hija a la escuela antes de asistir a los entrenamientos.