Andre Iguodala le devolvió la combatividad a los Warriors para empatar las finales de la NBA

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Andre Iguodala le cambió el rostro a los Warriors, logró lo que parecía imposible –ganarle el duelo personal a LeBron James–, y se encargó de conducir a Golden State a empatar, a dos triunfos por bando, las finales de la NBA ante los Cavaliers.

La victoria, por 103-82 en Cleveland, tuvo el marcador más abierto de los cuatro partidos que lleva la serie y carga con el efecto de recuperar la ventaja de localía para los Warriors.

Iguodala acabó la noche con 22 puntos y 8 rebotes, pero su mayor contribución fue recuperar el ritmo ofensivo de su equipo y obligar a que James tuviera que conformarse con una doble decena de números “humanos”: 20 puntos, 12 rebotes y ocho asistencias; sin bloqueos, ni robos.

Stephen Curry, MVP de la campaña, aportó 22 puntos y seis asistencias.

Cambio en la pizarra. Ante el riesgo de quedar contra la pared en la serie, el coach Steve Kerr cambió la alineación y la estrategia de los Warriors. Colocó un equipo de menor estatura al sentar al pívot Andrew Bogut, poner en el centro a Draymond Green y dar la titularidad a Iguodala, un suplente que sería titular en cualquier otro equipo de la liga.

Los efectos fueron inmediatos: disminuyó drásticamente la cantidad de pérdidas de balón y revivió el ritmo de ataque de un equipo que llegaba como el mejor de la temporada pero no había sido capaz de anotar 100 puntos en tiempo regular durante estas finales.

Los Cavs iniciaron ganando 7-0, pero eso cambió rápidamente a medida que Iguodala le tomó el pulso a la marca de James y fue secando el ataque local.

Con Iguodala y Green (17 puntos en total) encendidos en la primera mitad, los Warriors construyeron una ventaja que llegó a ser de 15 puntos en el segundo cuarto y resultó ser irreversible para Cleveland.

Aunque el local llegó a estar a tres puntos de distancia en el tercer periodo, James fue contenido a números terrenales, Matthew Dellavedova (10 unidades) no encontró la fórmula para repetir el aporte ofensivo del tercer juego y la doble decena (28 puntos y 10 rebotes) del ruso Timofey Mozgov no bastó para evitar que se empatara la final.

Curry, como hizo en los dos juegos previos, calentó motores tras el mediotiempo y acabó de forjar una victoria con números de paliza.

El quinto juego de la serie, en el que algún equipo quedará a solo un triunfo de ser campeón, se disputará este domingo en Oakland, desde las 6 p. m. (hora tica).