En un rescate digno de una película de acción de Hollywood, un montañista de Malasia, amigo del costarricense Warner Rojas, fue evacuado el lunes de la llamada Zona de la Muerte en el Monte Everest. Once sherpas pusieron su vida en peligro para lograrlo.
Arriesgando su integridad, los guías nepalíes bajaron al aventurero desde los 8.100 metros sobre el nivel del mar (msnm) hasta el Campo Base (5.400 msnm). Por tramos, incluso alguno lo cargó sobre sus espaldas, envuelto en una colchoneta, como si fuese una gigantesca mochila. De allí fue trasladado en helicóptero hasta un hospital en Katmandú y posteriormente enviado a Malasia.
Warner comentó que conoció al escalador precisamente en el Campo Base. Hicieron amistad y conversaron sobre los riesgos de subir al Everest en este año 2023 debido a las malas condiciones climáticas y el fallecimiento de varios atletas y sherpas.
“En el Campo Base convivimos con Ravi Chandra. Era su tercer ascenso. En la segunda oportunidad perdió parte de los dedos de su mano izquierda por congelamiento. Según me contaron los sherpas, él también perderá algunos dedos de su mano derecha en está ocasión”, comentó Rojas desde Nepal.
De acuerdo a los guías nepalíes, el montañista malayo venía descendiendo con su sherpa cuando las fuerzas lo abandonaron, por lo que se aferró a una cuerda mientras temblaba por el frío extremo, que rondaba los 30 grados centígrados bajo cero.
El sherpa que lo acompañaba observó a otro guía que venía ascendiendo con un escalador chino. El nepalí logró convencer a su cliente chino de que no subieran más y que brindaran auxilio al hombre hipotérmico. Al final, aceptaron salvarle la vida.
“Fue un gesto muy humano. En ocasiones no pasa eso porque es muy complicado salvar una vida a esas alturas. Según mi amigo, fueron once sherpas los que colaboraron en el descenso. Incluso, debido a la nieve y las condiciones, hubo tramos de 100 metros que duraron hasta una hora. En otro momento, lo arrastraron en la nieve y también tuvieron que amarrarlo a sus espaldas”, contó Rojas.
Warner confesó que pudo comunicarse con Ravi Chandra, quien se encuentra internado en un hospital de Malasia.
“Este año han muerto 17 personas. Es uno de los años más mortíferos. El intenso frío y los fuertes vientos hacen muy peligroso el ascenso. Si vas muy lento o no estás bien físicamente, es muy peligroso morir en la montaña. Esas son las razones por las cuales se deben tomar buenas decisiones y no se pueden cometer errores”, destacó Rojas.