Andrey Amador aguantó el castigo de 53 kilómetros que supuso la contrarreloj con la que el Critérium del Dauphiné despidió su primera mitad de carrera, y hoy buscará figurar en medio de los Alpes.
La competencia gala, preámbulo del prestigioso Tour de Francia, terminó ayer con su fracción más sencilla, pues serán los ascensos de este fin de semana los que acomoden por fin la general.
A pesar de que la etapa de ayer sacudió un poco la caravana, el rutero costarricense logró mantenerse dentro de las primeras posiciones de la general, si bien perdió cinco posiciones.
Amador ocupó la casilla 20 en el orden de llegada, a 2:50 del ganador del día y líder general Bradley Wiggins, jefe de filas del Sky.
Andrey cayó así de la novena casilla a la 14° y se colocó a 2:56 del británico Wiggins.
El descenso en la tabla no es para nada cuestionable, pues se sabe que la apuesta del tico llegará hoy junto a la parte más difícil de la prueba.
A Wiggins, por su parte, la victoria de ayer lo reforzó como el mejor de la ronda gala, aunque aún está lejos de cantar victoria.
Cuesta arriba. Hoy la quinta etapa comprenderá un paso de 186,5 kilómetros entre las localidades de Saint-Trivier sur Moignans y Rumilly, con una última cota de montaña a 40 kilómetros de la meta.
Poco antes de ese último ascenso, los 1.501 metros del Grand Colombier terminarán de seleccionar los corredores que irán a buscar la victoria en Rumilly.
Precisamente, la fracción de hoy recorrerá 150 kilómetros del venidero Tour de Francia.