Al igual que en los Olimpiadas de Londres 2012, luchará contra los mejores pedalistas del orbe, pero está vez será más solo aún, pues ni siquiera tendrá técnico.
Andrey Amador competirá mañana a las 10:30 a. m. (2:30 a. m en Costa Rica) en el Mundial de ciclismo de Ruta en Limburgo, Holanda, pero a diferencia del aquel 28 de julio, cuando llegó en el puesto 35, ahora no tendrá el apoyo del entrenador José Adrián Bonilla.
Con el uniforme de Costa Rica, el brumoso se medirá a los favoritos, como el belga Philippe Gilbert, los españoles Joaquim Rodríguez y Alejandro Valverde, así como el británico Bradley Wiggins, sin ayuda de un entrenador que lo guíe y tendrá que agenciárselas hasta para procurarse alimentación durante los más de seis horas que durará la prueba de 267 kilómetros.
Pero a diferencia de la carrera londinense, la de mañana no será totalmente plana, sino que tendrá tres repechos que deberán ser superados en diez ocasiones, pues se correrá en un circuito al que se le deben dar diez vueltas.
“Esto hace que la competencia sea muy selectiva, en la que predominará la fuerza. No será fácil”, explicó por teléfono ayer el orgullo de Cartago desde Holanda.
Amador tendrá que enfrentar solo a poderosas selecciones cuyos integrantes colaborarán para que uno de ellos conquiste la meta, pero también a tres compañeros del Movistar Team que forman parte del equipo de España: Valverde, Pablo Lastras y Jonathan Castroviejo.
Otros de Movistar son Rui Costa (Portugal), Nairo Quintana (Colombia), Vasil Kiryienka (Bielorrusia) y Ignatas Konovalovas (Lituania). “Todos van a luchar por su país y no importa que seamos compañeros en el Movistar. Cada quien va por sus intereses y los míos son muy claros: corro por Costa Rica”.
Lección. El pedalista tico explicó que para los Olímpicos su estrategia consistió en mantenerse en la punta y tratar de sumarse en la fuga que llegaría a la meta.
“Esto no se dio. Pequé al no saber cuál era la escapada buena y por eso no pude meterme en los primeros 20 en Londres”.
No obstante, indicó que debido a que el terreno será más quebrado, es posible que el Mundial no se defina cerca de la meta, sino que con muchos kilómetros de antelación.
“Por eso, ahora debo mantenerme más atento a las fugas, pues parece evidente que no habrá llegada masiva a la meta”.
Agregó que, en especial, estará muy atento a los corredores españoles, a los que considera favoritos para ceñirse la medalla de oro, aunque no descartó al belga Gilbert.