La etapa dos de la Vuelta a España se cerró con una previsible llegada masiva que llevó por muy poco a Alejandro Valverde hasta el liderato y conservó a Andrey Amador como tercero de la general.
Los 174,4 kilómetros entre las ciudades de Algeciras y San Fernando le alcanzaron al Movistar Team para mantener esa amplia sonrisa que dejó la contrarreloj del sábado, todavía colmando los seis primeros lugares de la tabla y con uno de sus dos capos ahora vestido de rojo, un adorno que le llegó de rebote al ganador del 2009.
Valverde fue 21 del día con el mismo tiempo del ganador de la fracción, el francés Nacer Bouhabbi (FDJ.fr), pero su compañero Jonathan Castroviejo, hasta ayer líder general, acabó 98.
Ese detalle en una llegada que agrupó 129 dorsales apenas alcanzó para eso, para mover un poco la clasificación antes de que los primeros ascensos se asomen a esta edición 69 de la Vuelta.
Tranquilo. La segunda etapa del giro español tuvo poco nerviosismo entre la caravana. Fue una fracción tranquila que solo se llenó de vértigo hasta los últimos kilómetros, cuando los velocistas empezaron a mover el lote en busca de uno de esos anhelados podios que todas las grandes vueltas reparten.
Amador, quien por esas cosas del ciclismo ayer vistió la camiseta moteada de la montaña, se mantuvo metido ahí, sin buscar mayor desgaste en una etapa que no decidía nada en las aspiraciones del Movistar para la competencia.
Su lugar 52 del día le alcanzó para proteger ese tercer puesto en la general, que podría incluso mantener si hoy se sostiene ahí adentro, durante la tercera fracción.
La etapa tendrá una largada única en la historia de la Vuelta, pues partirá desde el puente del portaaviones Juan Carlos I.
La ruta se mantendrá llana durante casi la mitad de los 197,8 kilómetros entre los poblados de Cádiz y Arcos de la Frontera, luego de eso vendrán cuatro ascensos de tercera categoría, un terreno de cuidado pero que bien podría acabar con otra llegada como la de ayer. Aunque difícilmente tan numerosa.
Hasta ayer, Valverde aseguró que aún no había un plan de acción trazado, pero está claro que guardar diferencias es una prioridad.