A Andrey Amador le esperan días de arduo trabajo con Richard Carapaz en la Vuelta al País Vasco

La prueba comenzó este lunes con una contrarreloj individual, en la que se impuso Primoz Roglic

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Andrey Amador se reencontró con Richard Carapaz para correr la Vuelta al País Vasco que comenzó este lunes con una contrarreloj en Bilbao, España.

El ciclista costarricense disfruta su rol de gregario, nunca lo ha ocultado, más cuando lo hace con un líder con el que tiene química, como sucedió tiempo atrás con Nairo Quintana, Alejandro Valverde y Mikel Landa.

O como sucede con Carapaz, ese ecuatoriano que tiene una coincidencia con Amador y es que ambos ponen el nombre de sus países en las grandes ligas del ciclismo mundial, sin ser los deportes más tradicionales de su terruño.

La contrarreloj de este lunes tuvo un trazado de 13,89 kilómetros y como era de esperar, el esloveno Primoz Roglic (Jumbo-Visma) fue el más rápido.

El subcampeón del Tour de Francia y monarca de la Vuelta a España es un especialista en las cronometradas y se impuso en el arranque de la Vuelta al País Vasco con un tiempo de 17:15, superando al estadounidense Brandon McNulty (UAE), segundo a 2 segundos, y al danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), tercero a 18 segundos.

Adam Yates fue el mejor del Ineos Grenadiers, en la sexta casilla, a 28 segundos; mientras que Carapaz terminó en el puesto 21, a 45 segundos y Amador se ubicó en el peldaño 72, a 1:27.

El equipo del tico logró su cometido, que era no permitir que las diferencias fueran tan amplias, porque es un hecho de que Roglic partió como el rival a vencer y ya empieza a demostrarlo, convertido en el primer líder general.

¿Qué viene ahora? Después de la contrarreloj inaugural, restan cinco fracciones en línea.

Por ejemplo, este martes, sin salir de Bizkaia, el pelotón cubrirá San Cosme (de tercera categoría), Beci (de tercera categoría), Abellaneda -no puntuable- y, sobre todo, La Asturiana (de segunda categoría), con 4 kilómetros iniciales a casi un 9%, a una veintena de kilómetros de la meta de Sestao, con una dura rampa en la llegada.

Es decir, viene una etapa con terreno, de nuevo, para los favoritos, solo que esta vez sí trabajando todos como equipo.

La carrera en tierras vizcaínas no es sencilla. El miércoles se subirá Malkuartu (de segunda categoría) y llegará a Ermualde (de primera categoría), en Llodio, como primer final en alto.

El jueves 8 de abril viajarán a la costa guipuzcoana, con los ascensos a Jaizkibel y Erlaitz (ambos de segunda categoría), camino de una meta llana en Hondarribia, apta para fugas o algún hombre rápido.

Para el viernes aparecen en carretera Gontzagarai y San Miguel (los dos premios de montaña de tercera categoría), antes de unos incómodos repechos en Ondarroa, lo cual significa otro día para aventureros.

Finalmente, el sábado 10, el cierre de la Vuelta al País Vasco tendrá nada más ni nada menos que la etapa reina, con siete altos en solo 112 kilómetros, con remate en Usartza (de primera categoría) y cierre en el Santuario de Arrate, la meta más tradicional.