Aunque para muchos el Mundial de Fórmula Uno que recién finalizó fue uno de los más emocionantes de la historia, su desenlace parece que quedará empañado bajo la sombra de la polémica.
Poco después de que Sebastian Vettel celebrara por todo lo alto su victoria en el circuito de Interlagos, en Brasil, el domingo anterior, empezaron a circular por Internet varios videos que comprometen su disputada tercera corona.
En ellos se muestra cómo el alemán, en el arranque de la cuarta vuelta del último gran premio del año, rebasó a un rival en medio de banderas amarillas, una clara violación al reglamento.
Apenas en las primeras curvas del recorrido se observa, en tres oportunidades, una luz amarilla que parpadea a la orilla de la carretera al mismo tiempo. Otras dos se encienden en el tablero del bólido del ahora tricampeón.
Aun así, poco antes de que otra luz verde acabara con la restricción, el alemán rebasó al Toro Rosso de Jean Eric Vergné.
La movida pasó inadvertida por los comisarios de carrera, al igual que por la escudería Ferrari, principal afectada pues su piloto Fernando Alonso era el único con posibilidades de arrebatarle el título a Vettel en esta última jornada.
De haber sido castigado en ese momento, el corredor de Red Bull debía haber cumplido con un drive-through , es decir, un paso sin detenerse por los pits de Interlagos, que se traduce en una perdida de 17-20 segundos.
Eso le hubiera significado al alemán un esfuerzo adicional para recuperar posiciones, pero es imposible determinar si lo habría logrado o no durante la carrera.
También pudo suceder que la sanción llegara al término de la carrera, en cuyo caso Vettel habría sido sancionado con 20 segundos, lo que se traduciría en un octavo lugar, suficiente para que Alonso se coronara campeón.
Ferrari podría apelar la decisión, aunque al parecer la escudería ya descartó esa opción. Ni la FIA ni Ferrari tomarían parte.
En parte porque eso implicaría manchar la imagen del equipo, pero también porque los comisarios de la Fórmula Uno, como en otros deportes, tienen derecho al error.