El australiano Clinton Moore volvió a echarse al público al bolsillo con una rutina de acrobacias arriesgada e innovadora, para adjudicarse el bicampeonato de la edición número 11 de los X-Knights.
Moore enloqueció a los aficionados que colmaron anoche el Estadio Nacional y, pese al fuerte viento que imperó, ejecutó una serie de trucos que no pudo ser igualado por ninguno de sus rivales.
El australiano fue el triunfador en la final con 97 puntos, superando al japonés Taka Higashino, quien terminó con 96, mientras el francés Jeremy Rouanet fue tercero con 91.
Moore volvió a demostrar sangría fría para ejecutar su rutina, logrando una combinación que no solo cautivó a los seguidores del motociclismo, sino que también convenció a los jueces que le otorgaron una alta puntuación.
Las emociones comenzaron con la presentación de los pilotos y gracias a la combinación de música y fuegos artificiales, una explosión de emociones se apoderó de los 44.000 aficionados que se hicieron presentes en la Joya de la Sabana para observar el show.
Tras la primera fase de clasificación, avanzaron a la segunda ronda el japonés Higashino, con 78 unidades, mismas que sumó el australiano y campeón defensor del cetro, Clinton Moore, seguidos por el español Danny Pajarito Torres, con 76.
Mientras, el francés Jeremy Rouanet y el chileno Javier Villegas lograron 75.
Quedaron por fuera el multicampeón de los X Games, el estadounidense Nate Adams, a quien el viento le pasó una mala jugada y no pudo desarrollar todo su potencial, al igual que el australiano Tom Robinson.
Entre tanto, el español Maikel Melero sufrió una caída, lo que le dejó sin opciones para avanzar en la ronda.
En las semifinales, Higashino sorprendió con una rutina más arriesgada para sumar 89 puntos, seguido por el australiano Moore con 87 y el galo Rouanet con 85, quedando eliminados el español Torres, también con 85, y el chileno Villegas, quien terminó con 83.
En este 2017 la calificación de los pilotos estuvo a cargo de Ernesto Lobito Fonseca, el veterano piloto Adrián Robert.
Al final, el australiano fue el más intrépido en el aire.