Mike Matheny y Carlos Beltrán dan nuevo brillo a Cardenales

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Para muchos equipos la partida del súper astro Albert Pujols, exlíder del equipo, y el manager Tony La Russa, uno de los mejores de las Mayores, significaría una larga y amarga reconstrucción.

Pero los Cardenales se prepararon muy bien para no sufrir la resaca después de los éxitos conquistados en las Series Mundiales del 2006 y 2011.

Después de ese último título parecía que las luces se apagaban en el tercer Busch Stadium.

Pujols se marchó a la soleada California para recibir su justa –y multimillonaria– compensación económica, después de haberle dado mucho a San Luis.

La Russa se cansó y anunció su retiro. Ahora se dedica a rescatar gatos y ayudarle a adictos.

Pero el proyecto se revitalizó, con novatos, muy rápido.

Carlos Beltrán llegó a suplir el poder ofensivo de Pujols. El boricua hizo mecha en el buen ambiente del equipo.

Pronto se puso a trabajar en conseguir lo único que le faltaba en el béisbol: irónicamente Beltrán, quien siempre juega bien en postemporada y es llamado el Nuevo Señor Octubre, hasta hoy jugará su primer partido de una Serie Mundial. Tiene 16 años de carrera en la Gran Carpa.

Mike Matheny, quien fuera el catcher en aquella conquista del 2006, llenó el lugar de La Russa.

Apenas en su primer año llegó a la serie por el campeonato de la Nacional. Los Cards eran amplios favoritos pero perdieron ante unos inspirados Gigantes.

En su segunda temporada manejó al mejor equipo del Viejo Circuito y no defraudó en octubre, para llegar hoy a la gran cita: el Clásico de Otoño.