Los Reales no son imbatibles, los Gigantes ya lo demostraron, pero saben tomar un golpe y devolverlo. En síntesis: aún le queda mucho cuento a esta Serie Mundial, después de que anoche Kansas City ganara por 7 a 2 el juego 2 y emparejara las cosas a un triunfo por bando.
Billy Butler, Salvador Pérez y Omar Infante impulsaron dos carreras cada uno, mientras que los relevistas tuvieron una labor flamante para que los Reales, con rali de cinco carreras en la sexta, volvieran a la vida en la serie final de las Grandes Ligas de Béisbol.
El jardinero Gregor Blanco amenazó con convertir la Serie Mundial en un monólogo al pegar jonrón solitario, en el primer turno al bate del partido, para volver a adelantar temprano a San Francisco en el Kauffman Stadium.
Mas esta vez si hubo respuesta por parte de los locales, que no tardaron en amargar la noche del abridor derecho Jake Peavy.
Apenas en la baja de la primera llegó el empate gracias al buen corrido de bases de los Reales y un sencillo impulsador del designado Butler, para traer al plato al veloz jardinero Lorenzo Cain.
Si ya esa carrera anunciaba que los bates de Kansas City llegaban con mucha más pimienta que en el juego 1, el doblete impulsador de Alcides Escobar, en la segunda, acababa de confirmarlo. Así se ponía arriba en el marcador el campeón de la Liga Americana.
En la cuarta entrada el inicialista Brandon Belt pegó un doblete profundo que trajo a Pablo Sandoval a tierra prometida.
Juego parejo que prometía emociones a flor de piel, pero esa igualdad se quebró con el rali de cinco carreras de los Reales, en una fatídica sexta entrada para Peavy, quien dejó el juego con cuatro carreras limpias y seis hits permitidos, y solo un ponche en su historial.
En la parte baja del sexto episodio Cain abrió con sencillo y el mánager Ned Yost fue moviendo las almohadillas a medida que Buttler, con sencillo; el catcher Pérez, con doblete de dos rayitas, y el segunda base Infante, con jonrón de dos carreras, ampliaban la cuenta hasta el definitivo marcador de 7-2.
El abridor local, Yordano Ventura, dejó el partido tras una labor regular pero de pocas carreras en cinco innings y un tercio. Permitió ocho hits y ponchó a dos.
Mientras que los relevistas Kelvin Herrera –quien se adjudicó el triunfo–, Wade Davis y Greg Holland se encargaron de que la pizarra no se moviera más: se combinaron para tres carreras y dos tercios, con solo un hit permitido.
El Clásico de Otoño toma un día de descanso hoy, en lo que los conjuntos viajan a San Francisco para el juego 3 de la serie que será mañana, a las 6 p. m. Tim Hudson (3,29 de efectividad en esta postemporada) se enfrentará al también derecho Jeremy Guthrie (1,80).