Del mejor equipo de la primera mitad de la campaña a un conjunto sin alma que esta cerrando la temporada regular de la peor forma posible: sin química. Son los Pacers.
Indiana se ha desinflado en el peor momento, cuando todos hacen cálculos y ajustes para la postemporada de la NBA.
El equipo ha perdido siete de sus últimos 10 partidos y desde hace dos semanas cedió el liderato del Este ante el Heat de Miami.
Esa ubicación en la tabla es importante, pues el año pasado los Pacers quedaron eliminados en el sétimo partido de la final de Conferencia. Ese juego se disputó en Miami, ya que el conjunto de LeBron James tenía la ventaja de localía.
La diferencia es de solo un partido, pero ya parece bastante distante la posibilidad de que Paul George y sus compañeros consigan cerrar arriba del actual monarca.
En especial porque en las últimas semanas los jugadores han despotricado contra si mismos. Dicen que desapareció la química y ese es el peor augurio que se puede endilgar en baloncesto.
Todo se nota en una ofensiva que dejó de carburar. En esta mala racha el equipo no pasado de los 80 puntos en cinco de las derrotas.
Es más, el domingo impusieron una marca negativa de la franquicia al anotar, apenas, 23 puntos en la primera mitad ante los Hawks.
Roy Hibbert, centro del equipo, es uno de los jugadores más críticos respecto a sus compañeros. Eso le costó no jugar la segunda mitad de ese duelo en casa ante Atlanta.
Así que, a una semana de que acabe la temporada, los Pacers ya no son un fuerte candidato al título. Menos un rival digno para ese Heat que viene en subida y se mantiene como el equipo a vencer para cualquiera que sueñe con la corona.
Pelea por play-off. Los Knicks perdieron dos en fila y ya casi le dejaron a los Hawks el último boleto del Este. Mas el Oeste sí tendrá un cierre de infarto, con Mavs, Suns y Grizzlies separados por medio juego y solo dos tiquetes disponibles.
Memphis perdió, como se esperaba, ante Spurs y, por ahora, están fuera de la postemporada. Juegan mañana contra el Heat y cierran, dentro de una semana, en casa ante Dallas. Tienen el destino en sus manos, pero no será nada fácil.
Por su parte, los Mavericks de Dirk Nowitzki juegan hoy en Utah. Luego les viene un cierre trepidante: jueves contra Spurs, sábado antes Phoenix y la otra semana ese play-off adelantado en Memphis.