Con una inversión de $209 millones, los Yanquis son el segundo equipo más costoso de la campaña. También uno de los cinco equipos entre las 10 nóminas más caras de las Grandes Ligas que no jugará en la postemporada. Los millones no hacen campeones.
El esfuerzo para darle a Derek Jeter una despedida digna fracasó, al mismo tiempo que los Mulos de Manhattan se perderán los play-off por tercera vez desde el debut de su capitán, en 1995.
El arribo de astros de la Gran Carpa como los jardineros Jacoby Ellsbury y Carlos Beltrán, y el catcher Brian McCann, no sirvieron para evitar quedar eliminados por segundo año consecutivo. Tampoco ganar la carrera por contratar al prometedor lanzador japonés Masahiro Tanaka.
El pasado martes el cerrador Zach Britton ponchó a Jeter para el último out del partido que los Yanquis perdieron en casa, por 4-5, ante los Orioles. Con eso se certificó la eliminación yanqui.
Una temporada terrible que se encamina a ser la de peor ofensiva para los Yanquis en más de una década: apenas 611 carreras anotadas en lo que va del año.
En picheo, la rotación de abridores se fue al precipicio apenas CC Sabathia se lesionó por el año y Tanaka empezó a perder partidos. Sobra decir que el bullpen del Yankee Stadium, como es tradición, no cuenta con la calidad para salvar al equipo.
Hasta las estadísticas de Jeter han sufrido. Nunca ha tenido números tan bajos en una temporada en que haya jugado más de 20 partidos que el .255 de porcentaje de bateo y los 145 hits que lleva este 2014. Apenas cuatro jonrones en el adiós al capitán.