Los Cavaliers de LeBron James se están tardando en carburar

Solo cinco equipos han sido campeones después de iniciar 1-3 en la temporada

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La primera semana de la campaña en la NBA ha dejado claro a todo el mundo que nada en el baloncesto es tan fácil como mezclar los ingredientes idóneos y saborear los títulos. Para que eso pase hay que pasar horas, días, semanas y hasta años cocinando la buena química que un equipo requiere para ser campeón.

Eso pasa con los Cavaliers del super astro LeBron James, que han empezado con un vergonzoso 1-3 su nuevo andar como el Big Three favorito a reinar en la liga.

Solo tres equipos en toda la historia de la NBA han empezado perdiendo tres de sus primeros cuatro encuentros para luego alcanzar las finales y ganarlas: los Bulls en 1990-1991, los Lakers en 1984-1985 y en 1981-1982, los Bullets en 1977-1978 y los Hawks en 1957-1958.

Todos referentes de épocas distantes, a años luz del baloncesto actual. Y todos empezaron a corregir el rumbo al ganar su quinto juego.

Para James, esos referentes históricos sirven de poco aliciente en un equipo que falla en prácticamente todo dentro de la duela. Está ranqueado 19 entre puntos anotados cada 100 posesiones (100,5) y es incluso peor en defensa: antepenúltimo en puntos recibidos cada 100 posesiones (109,7).

Hasta los números del Rey han caído a niveles tan bajos como los de su año de novato: promedios por juego de 23,8 puntos, 4,8 asistencias y 5,8 rebotes. Eso a pesar de que está en la cancha 40,5 minutos por encuentro, un promedio que jamás alcanzó en el Heat de Miami y solo se compara con el de su anterior paso por el quinteto de Cleveland.

Como era de esperarse, los registros de Kevin Love y Kyrie Irving, los otros astros del Big Three de los Cavs, también han decaído en la primera semana de la campaña.

La situación ya creó bronca: “No podemos ganar jugando de esta manera”, dijo James después de la triste derrota ante el Jazz, un juego en el que los Cavaliers solo repartieron seis asistencias.

Al mismo tiempo iniciaron los encontronazos entre estrellas, LeBron reclamó a Irving y señaló que el equipo de Cleveland arrastra “malos hábitos del pasado”.

Duro comenzar. Para James, que vaticinó que esto iba a ocurrir, la situación no es nada nueva. Lo mismo le ocurrió cuando se fue al sur de la Florida para armar un equipo con miras de campeonato.

El Heat de 2010-2011 empezó con un rendimiento de 5-4 que pronto llenó de dudas la unión de James con Dwyane Wade y Chris Bosh. Aunque aquel equipo se repuso para llegar a las finales, mismas que perdieron ante los Mavericks.