La novena del Liceo de Costa Rica dejó ayer en el camino a Heredia Costaven y ahora enfila sus baterías contra Brenes y Salas en la serie por el título del beisbol local.
Liceo liquidó a los florenses en semifinal de seis juegos (4 a 2) con todos los méritos; es decir, con buena ofensiva y excelente lanzamiento, especialmente del derecho Juan Barrera. El jugador ayer se mantuvo en la goma durante el trecho completo para establecer la marca de cuatro juegos consecutivos sin haber sido explotado.
Brenes y Salas, dirigido por César Ramos, eliminó a Tiburones en la otra serie semifinal, con excelente trabajo desde la goma de Eliseo Moya y Sergio Zapata, así como el bateo fuerte de Elpidio Serrano, Aarón Aribizú y Léster Niño.
La contienda por el gallardete empezará el domingo en el diamante seis de La Sabana. Ese campo sustituye al Parque Escarré, que es reparado para los Juegos Centroamericanos del 2013.
Cabe destacar que el cambio de sede afecta las finanzas de la Federación Costarricense de Beisbol y de los finalistas porque las instalaciones de La Sabana, en San José, son abiertas al público.
El Liceo de Costa Rica y Brenes y Salas tendrán que ganar cuatro juegos para obtener el cetro de la temporada 2012.
¿Cómo llegan? El juego del Liceo se fundamenta en la juventud y bateo sólido del jonronero Ramón Flores, así como en una excelente defensa en el cuadro interior y en los jardines. Tampoco hay que olvidar la atinada dirección del mánager Roberto Soto.
Entre las debilidades está la venida a menos de los lanzadores Elías Membreño, Roberto Soto y José Cabezas.
Brenes y Salas tiene gran esperanza en el dominicano Elpidio Serrano, líder de jonrones del torneo, secundado por la buena ofensiva de Aarón Arbizú, un bateador eficaz de largo y mediano alcance y excelente en el bateo de contacto.
El equipo tiene sobrada experiencia y es bien dirigido por el experimentado César Ramos.
También posee un buen trío de abridores, encabezados por Eliseo Moya, gran figura en los últimos cuatro play-offs .
¿Debilidades? Presenta una tendencia a la pérdida de ritmo y las consecuentes derrotas aunque, en general, sus lanzadores se defienden bastante bien.