Keylor Navas tiene enfrente un objetivo que no cualquiera ha conseguido: ser el primer portero latino en adueñarse de la titularidad en el Real Madrid.
Con su llegada el verano pasado, el tico se convirtió en el sexto guardameta foráneo que viste la casaca blanca.
El primero fue el húngaro Jyula Alberty Kiszel, quien ocupó el campo estelar desde 1933 hasta 1935.
Para las temporadas entre 1957 y 1962 militó el argentino Rogelio Antonio Domínguez. El suramericano compartió minutos con los españoles Javier Berasaluce y Juan Alonso.
Tuvieron que pasar 34 años para que llegara a la meta merengue otro extranjero: el alemán Bodo Illgner.
El teutón fue el estelar durante tres campañas y en 1966 conquistó la sétima Copa de Europa con los merengues.
Posteriormente, en la temporada 1999-2000 se vinculó el argentino Albano Bizarri, quien casi no actuó.
Siete años después llegó el polaco Jerzy Dudek, quien se mantuvo hasta el 2011 y estuvo bajo la sombra de Iker Casillas.
De todos ellos, solo Alberty e Illgner dejaron huella durante su paso en el equipo.
“Yo sigo muy concentrado para jugar y ayudar. Me siento con confianza y eso es muy importante”, publicó Navas en su sitio web oficial luego del juego ante el Inter de Milán, ayer.