Las estrellas de la galaxia yanqui se extinguieron sin tener relevo

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Se oscurece el cielo yanqui. Unas estrellas se apagan en el retiro, otras se opacan con el pasar del tiempo... La galaxia que conquistó cinco campeonatos, poco a poco, va dejando el béisbol.

Esta es apenas la segunda temporada desde la huelga de 1994 (cuando no hubo postemporada) en la que los neoyorquinos no estarán en los play-off .

Ayer tenían 77 derrotas a falta de tres juegos para el final de la temporada regular. Lo que significa que este es el peor año desde 1992, cuando tuvieron su última campaña abajo de los .500: 76 juegos ganados y 86 perdidos.

¿A qué se deben esos tristes números? A que sus estrellas envejecieron y ya no está la columna vertebral de aquella luminaria que conquistó 13 banderines del Este de la Americana en 17 años.

Mariano Rivera ha tenido la despedida más emotiva de todas. Se va junto a Andy Pettitte.

Antes se marcharon, de una forma u otra, los Roger Clemens, Jorge Posada, Bernie Williams...

Incluso el capitán, Derek Jeter, está dando lo último de su ilustre carrera. Con 39 años apenas jugó 17 partidos en el 2013.

El futuro. La reconstrucción es palabra tabú en el Bronx, los Yanquis siempre deben pelear todo y estar arriba todas las temporadas. No hay tiempo para desarrollar talento o esperar la cosecha.

Si hubo atisbos de renovación fueron Robinson Canó y Curtis Granderson, llamados a ser los nuevos Bombarderos del Bronx.

Mas, Granderson tuvo una temporada pésima. Aquejado por las lesiones solo jugó 58 partidos.

Mientras que Canó sabe que es el rostro del futuro de la organización y cobrará cada centavo por ello. Durante esta semana se han escuchados rumores de que el segunda base, de 30 años de edad, quiere un trato de 10 años y $305 millones para seguir vistiendo el uniforme de rayas.

Eso es más oneroso que el contrato más caro de la historia. Aquel de Alex Rodríguez, quien pactó $275 millones por 10 años.

Por cierto, a A-Rod aún le deben uno $95 millones.

Con esas presiones salariales es difícil que los Yanquis encuentren la fórmula para invertir en las piezas necesarias para seguir siendo competitivos.

Canó y el picheo son prioridades. Además, deben pensar en los otros huecos: ocupan un catcher , la primera base es una incógnita, con Texeira; el paracortos también, con Jeter, y, si Curtis se va, tendrán dos puestos que rellenar en los jardines.

En lo que a la lomita respecta, Mariano es irreemplazable y más apremiante es la situación en cuanto a la rotación de abridores.

CC Sabathia es su único as y viene de uno de los peores años de su carrera. Con 33 años tiene espacio para volver a ser dominante, pero seguirá estando solo.

A los Yanquis les espera mucho trabajo este invierno.