Los dos equipos sacaron sus mejores armas en el quinto juego de la Serie Mundial. La misión: acorralar al rival y dejar el Clásico de Otoño a punta de mate.
El Busch Stadium vivió un duelazo de picheo entre Jon Lester y Adam Wainwright. Pudo más el primero, apoyado por una inspirada ofensiva de las Medias Rojas.
Boston ganó, por 3-1, y se fue arriba en el emparejamiento. La serie está tres triunfos a dos y con solo una victoria en casa los patirrojos celebrarán por lo más alto.
Lester lanzó siete entradas y dos tercios, ponchó a siete, no dio bases por bolas y admitió solo cuatro hits . El zurdo no permitió nada más que una carrera, por medio de jonrón del hombre más encendido de los Cardenales: Matt Holliday.
Wainwright se recuperó de un duro inicio en la primera entrada pero en la sétima cedió el control.
Dustin Pedroia, el segundo bateador de la noche, pegó doblete. Acto seguido, David Ortiz, con su madero encendido, pegó otro doble para impulsar la primera rayita.
Holliday empató con su vuelacercas y, luego, el partido volvió a entrar en el congelador.
Fue hasta la sétima entrada que alguno de los abridores regaló una base por bolas. Lo hizo Wainwright para darle alas a Boston.
En esa misma entrada David Ross pegó un extraño doblete por regla, que impulsó la carrera del novato Xander Bogaerts.
Jacoby Ellsbury pegó sencillo para acarrear la tercera y definitiva carrera de las Medias Rojas.
Definitiva, porque Lester seguía intocable y a él le siguió una excelente labor del cerrador Koji Uehara. El japonés sacó cuatro outs con toda tranquilidad y se apuntó su sétimo rescate de este octubre.
La serie se traslada mañana al Fenway Park de Boston. Allí los locales tendrán dos oportunidades para conseguir el anillo.