Amsterdam (AP). Cientos de miles de personas aclamaron hoy a los integrantes de la selección de Holanda, subcampeona mundial, mientras realizaban un paseo por los canales de Amsterdam en una embarcación abierta.
“Esperaba que vieniese alguna gente, pero esto es increíble”, comentó el técnico Bert van Marwijk. “¿Se imaginan lo que hubiese sido si ganábamos?”.
Los holandeses llegaron a la final tras dejar en el camino a Brasil y cayeron 1-0 ante España en un alargue. Fue la tercera vez que pierden una final.
Decenas de embarcaciones pequeñas con gente bailando al ritmo de una música atronadora acompañaron la flotilla oficial.
Frente a unas 100.000 personas en la Plaza de los Museos, Arjen Robben dijo: “España puede haber ganado la Copa Mundial, pero nosotros tenemos los mejores hinchas del mundo”.
Una hora antes de la llegada de los jugadores, alentados por una muchedumbre, dos aficionados saltaron a las turbias aguas del canal de Brouwersgracht a pesar de que las autoridades habían advertido que podían estar contaminadas.
“Creo que exageran la nota, tomando en cuenta que perdimos la final ante España”, comentó Loes Olden mientras tomaba un vaso de vino blanco junto al canal, en una mesa pintada de anaranjado. “Se les va la mano. Pero lo estamos disfrutando”.
Las casas a lo largo de los canales estaban cubiertas de banderas de Holanda.
En una jornada de festejos por haber llegado a la final, los jugadores fueron recibidos por el primer ministro Jan Peter Balkenende antes de iniciar un recorrido por los canales de Amsterdam.
Van Marwijk y el capitán Giovanni van Bronckhorst recibieron el título honorario de Caballero de la Orden de Oranje Nassau en una recepción frente a la residencia oficial de Belkenende.
El equipo fue recibido seguidamente por la reina Beatriz en el Palacio Noordeinde de La Haya.
Posteriormente el plantel se dirigió en helicóptero al centro de Amsterdam para su recorrido por los canales y para un festejo final en la Plaza de los Museos, donde multitudes de aficionados vieron los partidos en pantallas gigantes durante la Copa Mundial.
Robben confesó que no puede dejar de pensar en el gol que se perdió sobre la hora de juego, cuando enfrentó solo a Íker Casillas y el arquero alcanzó a desviar su disparo con un pie.
“Fue una gran oportunidad. Me duele haberla desperdiciado”, expresó.