Nada respecto a Alex Rodríguez parace ajustarse a los estándares normales del juego. Como si fuera el vivo rostro de la exageración en el béisbol, el bombardero más odiado del momento hace explotar todo lo que toca. También todo aquello que dice no haber tocado.
La mayor sanción antidopaje en la larga historia de Granes Ligas es para el pelotero mejor pagado en las memorias del deporte.
Hay que volver casi un siglo atrás y recordar una Serie Mundial amañada para encontrar un escándalo tan grave como el de la Clínica Biogénesis de América.
E incluso aquel vergonzoso capítulo de los “Black Sox” y la Serie Mundial de 1919 aparenta ser más digno que esta trama de beisbolistas y el uso de sustancias para mejorar el rendimiento.
En el centro de todo está A-Rod.
Las Mayores no castigan a Rodríguez solo por tener contundentes pruebas de que él se dopó.
No. A Alex se le castiga por su soberbia. Su insistencia en negar todo cuando los demás implicados sí hicieron la mea culpa .
211 partidos de castigo. Así como los 647 jonrones de por vida, los 2.901 hits, los $275 millones de su contrato o los tres MVP de la Americana, otro increíble número se suma a la pesada trayectoria del pelotero que en un tiempo parecía haber nacido para romper todos los récords de la pelota chica.
Pues ayer las Mayores anunciaron que A-Rod rompía la marca más ingrata de todas: la de más partidos de castigo por dopaje.
Por coincidencia la sanción se anunció este lunes, el mismo día que A-Rod, abucheado, tomó su primer turno al bate en la temporada.
“La disciplina a Rodríguez, bajo el Programa Conjunto de Prevención de Drogas y Tratamiento, está basada en su uso y posesión de numerosas formas de sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento, incluyendo Testosterona y la Hormona de Crecimiento humano a través de múltiples años”, explicaba el gris comunicado.
El castigo aumentó por los intentos de encubrir las múltiples violaciones, al actuar para obstaculizar las investigaciones.
Aunque la sanción, que entraría a regir el jueves, quedará pendiente del proceso de apelación.
“Estoy desilusionado con el castigo y tengo la intención de apelar y pelear esto a través del proceso”, expresó Rodríguez por escrito.
Desde antes, Alex hablaba de su inocencia, su defensa y de como algunos no lo querían jugando.
Entre ellos, según Rodríguez, están los Yanquis, que le deben unos $95 millones por el contrato de 10 años que firmaron en el 2007.
Tan solo esta sanción significaría un ahorro de $33 millones para el equipo de Nueva York, un sitio donde A-Rod ya no es querido.