Desde el 2000, diez clubes grandes de diferentes países futboleros descendieron a la Segunda División y dejaron así una estela de dolor y angustia entre sus seguidores.
El caso más reciente ocurrió el domingo, cuando el Palmeiras, cinco veces campeón de Brasil, perdió la categoría (por segunda vez en su historia) y jugará irremediablemente en Segunda la próxima campaña.
Otro gigante de Suramérica que sucumbió a los fríos números fue el River Plate, que en el 2010 puso fin a 80 años de jugar en Primera y tuvo que hacerlo en la “B”, aunque volvió por sus fueros y esta temporada regresó a la máxima categoría.
También existen casos de clubes que desaparecen (Glasgow), o se refunden (Nápoles) y algunos que no regresan a la Primera División (América de Cali, Colombia o el Villarreal de España).
Si nos vamos más atrás, encontraremos otros clubes de abolengo que tuvieron que decir adiós a los grandes escenarios del balompié.
Más casos. El alemán Borussia Dortmund dejó la Bundesliga en 1972; pero, tras cuatro temporadas en Segunda, regresó en 1976 y ganó el certamen en las temporadas 2001-02, 2010-11 y 2011-12, con lo que ajustó ocho títulos, pues ganó los de 1955-56, 1956-57, 1962-63, 1994-95 y 1995-96.
Otro grande del futbol teutón, el Sttugart, corrió la misma suerte en 1975; sin embargo, dos años más tarde volvió bajo la guía de jugadores como Karl-Heinz Forster y Hansi Muller.
En 1984, obtuvo su tercer campeonato nacional, repitió en las temporadas 1991-1992 y 2006-2007, esta con internacionales como Pável Pardo, Ricardo Osorio (México), Antonio da Silva (Brasil), Mario Gómez, Serdar Tasci y Sami Khedira (Alemania) entre sus filas.
Shalke completa la troika de clubes grandes teutones que descendidos. Este lo hizo en 1981 y su regreso a la Primera se produjo 1991. Hoy ocupa el segundo puesto de la Primera División alemana.
No siempre el descenso tiene que ver con razones deportivas: el Milan (1980) y la Juventus (2006) perdieron por la administración de justicia la categoría debido a que sus dirigentes se vieron envueltos en actos de corrupción.
Ambos regresaron y con renovados bríos: el Milan, por ejemplo, innovó el futbol de la mano de Arrigo Sacchi y ganó cinco Champions desde entonces.
La Vieja Señora, por su parte, es la actual campeona del calcio y se encuentra en el primer lugar de la actual temporada.
En Francia, sucedió algo similar con jugadas más allá del futbol con el Olympique de Marsella.
Este club fue desposeído del título de campeón y descalificado de la Ligue 1 en 1993 al desatarse un escándalo de sobornos, amaño de partidos y corrupción, promovidos por su presidente, el político y empresario, Bernard Tapie.