Gran picheo eleva a los Bravos a la cima de MLB

Atlanta ya ganó 18 partidos de los 23 juegos de la segunda mitad de la campaña

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

18

Victorias

5

derrotas

119

carreras anotadas

67

carreras recibidas

.270

porcentaje de bateo

Con solo cinco derrotas desde el Juego de Estrellas, los Bravos de Atlanta se confirman como el mejor equipo del momento y el de más posibilidades para ir a los play-off .

No existe aún la palabra para describir el nivel de catástrofe que tendría que pasar para ver a los Bravos fuera de la fiesta de octubre. Con un rendimiento de 72 victorias y 42 derrotas, son el conjunto con más posibilidades de clasificar.

Dominan a placer la División Este, al sacar ventaja de 14 juegos y medio sobre su inmediato perseguidor, los Nacionales de Washington. Eso es casi el doble de comodidad de lo que tienen los otros cinco líderes de división en esta temporada de Grandes Ligas (MLB).

Además, son el equipo con el mejor rendimiento de todas las Mayores en la actualidad. Un título no tan poderoso como suena, pues este año la cima sufrió variaciones casi de una semana a otra semana.

Desde la mitad de la campaña, marcada por la reunión de astros, ganaron 18 partidos con una impecable defensa que solo permitió 67 carreras.

Los maderos también trabajan en sintonía y anotaron 119 rayitas en ese lapso.

En el año empatan con los Cardenales como los mejores en menos carreras recibidas (404), mientras que la ofensiva mantiene un nada despreciable sétimo lugar entre los que más anotan.

El típico buen picheo. Hablar de Atlanta es hablar siempre de un buen picheo; esta campaña para nada es la excepción.

Lo Bravos son los mejores en WHIP (el promedio del número de bases por bolas y hits permitidos por el lanzador por cada entrada lanzada), con marca de 1.18.

También son segundos en efectividad, con 3.21, y salidas de calidad, con 74, apenas detrás del cuerpo de abridores de Detroit (79).

De esas salidas de calidad (aperturas de seis o más entradas y tres o menos carreras limpias permitidas), 23 fueron en los 23 partidos después del Juego de Estrellas.

Este equipo, liderado por jóvenes y potentes brazos como los de Mike Minor, Julio Teheran y el cerrador Craig Kimbrel, entre otros, recuerda en mucho a la imbateable batería de lanzadores que dominó las Mayores en los años 90.

Aquel grato recuerdo del equipo que fue la insignia de la Nacional al conquistar cinco banderines de liga y una Serie Mundial (la de 1995) en el andar de solo una década.

Minor, con 12 victorias, es cuarto en el Viejo Circuito, mientras que Kimbrel es el primero en cuanto a juegos salvados. Ambos tienen apenas 25 años de edad y un futuro más que prometedor en el béisbol.

En cuanto a los maderos, Chris Johnson llegó esta temporada para colocarse en el incomodo asiento de la tercera base, donde el ídolo Chipper Jones dejó una huella enorme, y está cumpliendo.