El mediocampista francés, Yoann Gourcuff, se unió ayer al coro de críticas contra de las vuvuzelas.
Estas son las populares cornetas sudafricanas que han tomado protagonismo entre los aficionados del Mundial.
Gourcuff le atribuyó a las cornetas gran parte de la culpa por el magro empate (0 a 0) que su equipo obtuvo el pasado viernes en su debut frente a Uruguay.
“El irritante estruendo que provocan las vuvuzelas es una de las explicaciones de nuestros errores de posición y de pase”, señaló el delantero del Girondis de Bordeaux.
“Con el ruido no se entendía nada de lo que decían los demás jugadores”, explicó Gourcuff.
Como ya habían denunciado los uruguayos, Gourcuff aseguró que el equipo tuvo que comunicarse a través de señas durante el partido.
El capitán de los galos, Patrice Evra, también se quejó porque el día del partido los jugadores se despertaron más temprano, a las seis de la mañana, por causa del ruido de las vuvuzelas en las calles.
Evra, sin embargo, se mostró más comprensivo con el efecto de las vuvuzelas en el partido.
“Tuvimos que gritarnos en el campo, pero las trompetas son una tradición del país, no se puede empezar a criticarlas aquí”, agregó.
Más quejas. El atacante de Portugal, Cristiano Ronaldo, también se unió a las quejas por esa causa.
“Para los que están en el campo de juego, es difícil concentrarse. A muchos jugadores no nos gusta eso, pero nos tendremos que acostumbrar”, manifestó el delantero estrella del Real Madrid.
Esta nota se realizó con datos de la agencia de noticias AFP.