Dos futbolistas costarricenses, la defensa central Ana Da Costa y la portera Kimberly Mora, fueron piezas fundamentales para que su universidad ganara por primera vez en su historia el Campeonato de Conferencia en la liga universitaria estadounidense.
Ambas legionarias juegan y estudian en Ohio Valley State University, en el estado de West Virginia. Además, viven juntas y se convirtieron en piezas clave para la obtención del título de la Conferencia G-MAC (Conferencia Atlética del Medio Oeste).
Da Costa, de 21 años, anotó en tres ocasiones durante el campeonato, dos de estos fueron determinantes para que su equipo se acreditara el triunfo en la final. En lo individual fue galardonada como Defensa del Año en la Conferencia Great Midwest.
La pasión por el fútbol la heredó de su padre, Everaldo Da Costa, un brasileño que militó en los años 90 con el Municipal Puntarenas y Cartaginés, además del Olimpia de Honduras.
Estos logros los consiguió en un corto tiempo, ya que fue en agosto del presente año cuando dejó las filas del equipo Asociación Deportiva Moravia Femenino, de la Primera División, para estudiar en Estados Unidos la carrera de Biología con miras a obtener un título, más adelante, en Medicina.
Por su parte, Kimberly Mora, aunque no tiene herencia deportiva, militó en San Ramón y estudia Administración Deportiva. En lo individual lideró en la portería en la Conferencia G-MAC con un promedio de 0,50 goles por partido y un porcentaje de efectividad en remates detenidos de un 85%.
“El idioma es lo que más me ha costado; sin embargo, creo que ya me he adaptado mucho aquí, ha sido una experiencia de muchos retos. Al principio no fue nada fácil, más que todo porque el equipo no era de muy alto nivel, pero este año fue diferente, mis compañeras y yo hicimos un gran cambio y se logró ganar el torneo. Hicimos historia en la universidad y eso ha sido muy valioso para mí y muchas personas”, aseguró Mora.
La guardameta de 20 años y oriunda de San Carlos, divide su tiempo entre el estudio, fútbol y trabajo, ya que no cuenta con una beca deportiva completa.
“Me volví súper independiente estando aquí, no tengo beca deportiva completa y a pesar de eso, yo misma he podido cubrir con todo. Quiero continuar aquí para poderme abrir puertas a futuro”, manifestó.
A la par de las ticas figura Francisco Monge, representante para becas deportivas de la empresa Sports Educated, que se dedica a situar jóvenes becados deportivamente en Estados Unidos, con el objetivo de que después de entregar años y vida al deporte tengan una carrera para defenderse.
Monge logró posicionar a ambas jugadoras en la liga universitaria y les da seguimiento, tanto en el proceso futbolístico como académico.
Aunque es la primera vez que el equipo universitario de las ticas se sube en los más alto del podio, ambas esperan repetir la hazaña y aportar en conjunto por segundo año consecutivo.