Ayer en la tarde Randall Azofeifa seguía a la espera de concretar su ligamen al Saprissa , más allá de que públicamente el entrenador Rónald González lo pidió.
Es que de antemano se sabía que él sería el reemplazo de Yeltsin Tejeda, quien ayer salió del país con rumbo a Europa.
“Yo fui quien pidió entrenar para mantenerme bien en la parte física, pero aún no me han definido nada. Vamos a ver si todo se mantiene”, comentó ayer Azofeifa, quien dejó la S por el fútbol europeo en el 2006.
Este lunes el jugador se incorporó a los entrenamientos pero, según dice, no trabaja de lleno con el equipo ni se ha incluido en la dinámica del trabajo táctico.
“Ya llevo bastante tiempo entrenando pero nunca es lo mismo ya entrenar con todos con normalidad. Vamos a valorar como me siento en los próximos días, pero pienso que uno sí necesita más tiempo para acomodarse bien. Aunque sé que tiempo no hay”, agregó el futbolista de 29 años.
Azofeifa sería anunciado esta semana como el refuerzo del campeón nacional. Su misión es suplantar a Tejeda en la contención.
“Al equipo lo veo bien, con ganas de revalidar el título, y veo un equipo joven que es importante, que a la vez tiene ganas de crecer y llegar muy lejos”, aseveró.
El futbolista señaló que mantiene otras ofertas, incluso de clubes costarricenses, pero su interés es llegar a un acuerdo para militar con el conjunto tibaseño.
“Son opciones que están en el aire, esperando lo que pueda pasar estos días con Saprissa”, adujo.
Regreso al hogar. Azofeifa salió de las ligas menores del Saprissa y es la única camiseta que vistió en el fútbol costarricense.
A sus 20 años fue parte del conjunto morado que fue tercero en el Mundial de Clubes del 2005.
También estuvo con la Selección Nacional en el Mundial de Alemania 2006, además de haber estado en el Mundial Sub-17 del 2001.
Luego de salir del Deportivo Saprissa pasó por el Gent de Bélgica y los equipos Gençlerbirligi y Kayseri Erciyesspor de Turquía.
“Siempre es bonito que lo reciban bien a uno en casa, crecí aquí como futbolista y como persona, y que te puedan abrir las puertas de nuevo, me pondría feliz”.