Cuando todos hablamos de un duro reto, de urgencia de triunfo, de mucho trabajo por delante, de una Liga alicaída a las puertas del clásico, Wílmer el Pato López simplemente dice: “No es mucho lo que hay que hacer esta semana”.
¿Con el clásico por delante?
“El jugador que no se motive ante un clásico no tiene cuándo. Es una ventaja que venga el clásico”, respondió el nuevo técnico manudo, quien definió el juego venidero como uno de los que menos preocupación debería generarle.
“Porque estoy seguro que los jugadores van a venir con muy buena actitud y muy buena disposición. El jugador que no llega con esas características, no está para estar en una institución como Liga Deportiva Alajuelense”.
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López se mostró tan seguro del buen ánimo que imperará en su equipo como de la fortaleza del cuerpo técnico que lo acompaña: “Somos tres en uno”, aseguró refiriéndose a Mauricio el Chunche Montero y Jozef Miso.
“Tenemos un estratega completo de la parte defensiva (Montero) y otro de la parte ofensiva (Miso)”.
Wílmer, en tanto, reconocido como uno de los mejores volantes en la historia del fútbol tico, espera que la combinación de entrenadores depare un equipo completo, “una Liga de buena dinámica, pero que también sepa defenderse”.
Ahora se inicia un borrón y cuenta nueva para los jugadores en su lucha por ganarse un lugar en la alineación. Ante Saprissa jugarán los 11 de “más actitud, más disposición, los que más demuestren”, sin importar si son jóvenes o experimentados, recién contratados o habituales en el equipo.
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Los aficionados, sin embargo, deberán esperar hasta el domingo para conocer el once del Pato. Incluso el presidente rojinegro, Fernando Ocampo, tendrá que lidiar con la curiosidad –según comentó sonriente–, pues López ya le advirtió que no piensa revelársela.
Wílmer confía en revertir a partir del domingo un rendimiento que a él como manudo le duele; no el cosechado recientemente con Benito Floro, sino el de ocho torneos sin título.
López asegura entender la desazón del aficionado, porque él también la ha sentido, pero espera que una vez más el corazón manudo se haga sentir en el Morera Soto.