Vladimir Quesada impone su sello, muy diferente al de Carlos Watson

El nuevo timonel morado no se amarra a una sola idea táctica y sus conferencias de prensa tienen un aura diferente

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Uno siempre utilizaba gorra y con caminar pausado entraba directo a la silla principal de la sala de conferencias de prensa y apenas susurraba un buenos días, buenas tardes o buenas noches. El otro no protege su cabeza, apresura su paso y saluda, con un apretón de su mano derecha y la frase: "¿Cómo está?". A cada uno de los presentes, sin importar si son camarógrafos, fotógrafos o periodistas.

El primero era Carlos Watson, quien fue técnico del Saprissa hasta el 17 de diciembre; el segundo es su asistente y actual timonel morado, Vladimir Quesada. Este viernes, él se enfrentó a su primera conferencia de prensa como entrenador previo a la visita del domingo a las 6 p. m. a Liberia.

Entre ambos hay muchas diferencias. Por ejemplo, Watson llegaba a la ronda de preguntas con los comunicadores directo del camerino, normalmente enfrentaba las preguntas con su amplia experiencia. Por su parte, Quesada tiene una reunión previa con el encargado de prensa tibaseño, Patricio Altamirano, para analizar posibles temas a tratar.

Vladimir se deja apoyar y busca ayuda; así cuando sintió que la sed lo atacaba de una vez buscó socorro.

“Pato, ayúdeme con una botellita de agua por favor”, le dijo a Altamirano antes de comenzar a atender a los periodistas.

Tanto el experimentado extimonel como el novato entrenador ponen atención a la pregunta que se les hacen —miran directamente al entrevistador— la diferencia radica en la respuesta: don Carlos respondía de forma directa, Vladimir primero dice el nombre del periodista y luego da la respuesta.

A la hora de hablar, es claro, al nuevo estratega le falta experiencia ante las cámaras; él tiene clara su respuesta, pero al momento de expresarla surgen ciertas trabas en la construcción de oraciones. Pero este punto es mejorable conforme avancen los encuentros con los medios.

El manejo del vocabulario deportivo del extécnico es abundante, con amplias explicaciones tácticas; sin embargo, en ocasiones le hacía falta alejarse del tecnicismo y dar la noticia.

Watson siempre prefirió pasarle de lejos a posibles fichajes, estados de lesionados o posibles jugadores en el once estelar.

Vladimir, al menos en su primera charla con los periodistas, no escondió que le gustaría contar con Ariel Rodríguez en su delantera, tampoco huyó a aceptar que Aarón Cruz será su portero titular en el debut ante los guanacastecos y reveló que Johan Venegas está para ser estelar.

En la parte deportiva, el último entrenador que hizo campeón a la S apostaba por los jóvenes. De hecho, dos veces le comentaron sobre la posibilidad de contratar a Michael Barrantes, pero a él no le interesó.

Curiosamente, con la llegada de Quesada, Barrantes encontró cabida y fungirá como uno de los capitanes del cuadro.

El rígido 4-3-3 en el campo no será una ley en los tibaseños y la nueva cabeza podría jugar hasta con dos delanteros, como lo hizo en los 90 Minutos por la Vida.

“No vamos a limitarnos a un 4-3-3 o un 4-4-2; vamos a utilizar todas las herramientas necesarias. Vamos a analizar a nuestros rivales y así nos iremos transformando. Podemos usar dos delanteros, tres delanteros”, admitió.

Al cierre de su primera conferencia, el DT se despidió y agradeció por las preguntas a los comunicadores.

Vladimir Quesada fue la mano derecha de Carlos Watson; sin embargo, el técnico tiene su sello muy alejado del que fue su mentor en el banquillo.