Víctor Bolívar fue la clave del triunfo de Puntarenas

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Alajuela. Los guantes de Víctor Bolívar volvieron a explicar la alegría arenera en un Torneo de Invierno que le ha servido de revancha al guardameta.

El penal que le detuvo a José Adrián Marrero al 94’ reafirmó al portero como uno de los puntos más altos que ha tenido este Puntarenas, el mismo que hoy camina en el certamen codeándose en la parte alta de la clasificación.

Igual que con Saprissa un par de fechas atrás, su buena actuación bajo los tres palos le dio a los suyos ese plus necesario para pensar con algo más que la derrota o el empate, todos puntos necesarios par aun conjunto que tiene sus metas en alto.

“Fue un partido difícil, lástima que no pudimos concretar en el primer tiempo, no tuvimos esa claridad cuando llegaron las opciones y después el Carmen se nos vino encima... Al final tuve la gran suerte y bendición de adivinar ese cobro y bueno, tres puntos que nos ayudan mucho”, dijo.

Bolívar reconoció que el camino hacia ese buen nivel no ha sido fácil: hace unos meses sus planes estaban lejos del fútbol, el retiro era algo decidido y su vida en Estados Unidos.

“Ha sido un camino difícil, con obstáculos pero que entre mi esposa y mi bebé hemos sabido recorrer. Al final por el embarazo decidimos quedarnos en el país y ahora mis metas están en llegar a la Selección y poder jugar afuera”, aseveró el guardameta.

Hacia arriba. Bolívar aseguró que desde su salida de Saprissa hace ya varios meses el camino es y ha sido difícil, no solo a nivel futbolístico sino también personal.

“Todos los días me levanto y le doy gracias a Dios por todo lo que me está dando, porque después de que me fui con Saprissa todo fue y ha sido muy muy duro.

”La gente todavía se mete mucho conmigo, en el estadio y en la calle, pero yo no hago caso por más que sea complicado estar en eso. Al final siento que he tomado un segundo aire”, añadió.

El portero reconoció que al final su trabajo va enfocado a ayudar a su equipo y que la gratitud de los suyos le alcanza para seguir.

“A mí nadie me derrota, ni los rivales ni la gente. Tengo convicción en mi trabajo y el de mi equipo, hoy ganamos y nos damos un respiro nosotros y la afición”, finalizó.