Vendedores de comida en estadios por fin ven la luz que se apagó hace dos años

Desde el 7 de marzo anterior los equipos del torneo nacional pueden incluir las ventas de comida en sus estadios, y así también sucedió en la Federación Costarricense de Fútbol en los partidos ante Canadá y Estados Unidos

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“Decir lo duro que ha sido es redundante, todos los sectores habidos y por haber han sufrido, y a nivel mundial, no solo en Costa Rica”, afirma Alexander Ortiz cuando le consulto cómo fueron los dos años sin poder hacer las ventas de comida acostumbradas en el Estadio Carlos Ugalde, en San Carlos. Las dificultades han estado a la vista de millones de personas y particularmente a este sector le ha costado ver la luz tras dos años de pandemia.

Pero el regreso a los partidos de fútbol por fin llegó para las ventas de comida. Desde el 7 de marzo, en medio de la fecha de reposición, los equipos de la Primera División pueden ofrecer este servicio a sus aficionados y lo mismo sucedió en los partidos de la Selección Nacional ante Canadá y Estados Unidos.

En San Carlos sucedió así, y Ortiz pudo retornar a la soda donde tanta gente iba a comer y también a hablar antes de marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia por covid-19. Él y su familia tenían ocho años de estar en la casa de los Toros del Norte, tanto para los partidos del equipo mayor, ligas del comité cantonal o cuando se alquilaba para eventos privados. Todo eso estaba en pausa.

“No le digo que era un montón de dinero, pero era una gotita de agua que caía día a día; dichosamente tengo un trabajo estable y eso ayuda”. El tiempo se hizo lento, porque mientras se permitía la apertura de diferentes comercios e incluso el ingreso de público a los juegos de fútbol desde noviembre anterior, las noticias sobre la reapertura de las ventas se veían lejanas.

“Uno pensaba: ‘ya casi, ya casi’, pero no. Fue progresivo y casi que estamos siendocomo el último o penúltimo en abrir, porque todos han abierto, comercios de todo tipo”. Ese momento por fin apareció previo al compromiso de San Carlos ante Santos, del pasado 12 de marzo. Luego se retomó en la jornada 11, el jueves 31 de marzo y viernes 1° de abril.

Para Ortiz, la experiencia de volver representó una “sensación bonita pero rara”, porque ahora todo es diferente, asegura. El contacto con la gente cambió, pues las personas no pueden permanecer en el puesto hablando con él, sino que se deben retirar apenas terminan la compra: “Mucha gente llegaba y yo le decía, después hablamos, porque había que atender en fila y todo”.

Doña Dinora Aguilar, quien tiene un puesto en el Morera Soto desde hace 29 años, no solo siente un alivio económico sino también emocional, porque no ha podido trabajar y hacerlo, cuenta, es casi una forma de despejar la mente y sentirse activa.

“Me ha hecho demasiada falta trabajar, conste que ya no tengo 30 años, pero quiero trabajar porque siempre he trabajado, casi que desde que tenía seis añitos. El Señor es muy grande y uno está de pie, luchando para ganarse las cositas trabajando”, cuenta Aguilar, de 72 años.

La afición ya puede disfrutar otra vez de los tacos que se han ganado el cariño de muchísimas personas, incluidos futbolistas. Aguilar recuerda de inmediato que también tienen pupusas, perros calientes y otros alimentos. Todo con los nuevos protocolos del Ministerio de Salud, aunque, destaca, ella siempre se ha preocupado por el aseo.

“Eso para mí siempre ha sido muy importante y he hecho el curso de manipulación de alimentos once veces y los que trabajan conmigo igual. Mi esposo es taxista pero va a ir conmigo al partido para descansar un rato y también hizo el curso”.

De acuerdo a Alexander Ortiz, parte de las directrices más importantes del Ministerio de Salud es que los alimentos deben entregarse empacados, así sean hamburguesas, empanadas o gallos de carne, que es parte de su menú. Antes de la pandemia, la Unafut pedía entregar los refrescos en vaso y ahora será al contrario, estos deben ir en botella para evitar manipulación.

En el Fello Meza también están muy pendientes de esos aspectos. El encargado es César Bolaños, quien durante varios torneos le ha dado al equipo el servicio de comida y ahora también asumirá la venta al público.

El brumoso tiene varios restaurantes en Cartago, los cuales más bien surgieron durante la pandemia, y con esta nueva incursión pretende ofrecer las mejores condiciones a la afición.

“Estamos haciendo un modelo de venta y atención con estándares de calidad muy altos, porque esa es nuestra forma de trabajar. Es comida práctica y segura. Son varios quioscos y tratamos de generar una oferta de alimentación, que si bien es comida rápida, también es saludable y bien preparada: ceviches, caldosas, sandwiches, pizza, repostería, carne asada que se empaca, bebidas y snacks”.

Entre sus ayudantes están los revendedores, quienes hasta ahora, en medio de conciertos y partidos, pueden gozar de más oportunidades para trabajar. En la Vieja Metrópoli, explicó, también quieren ser exigentes con el servicio de estas personas.

“Me reuní con varios de ellos, van a tener un gafete oficial, con número de chaleco, para así poder identificar si hay algún mal manejo. Tendremos la posibilidad de hacer pagos con tarjeta y sinpe móvil, para evitar el contacto lo máximo posible”.